El negocio del veganismo despega en Alemania

El veganismo, que es más una actitud ética –no alimentarse con productos de origen animal como lácteos, huevos, carnes (incluidos pescados, mariscos, reptiles e insectos) o miel– se ha unido en Bredack a su espíritu de emprendedor: el empresario promociona la comida vegana a través de «Veganz» su propia cadena de supermercados que inauguró en 2011 en Berlín, su ciudad natal.

Bredack ofrece en sus tiendas unos seis mil productos provenientes exclusivamente de plantas. No todo es comida: el veganismo rechaza todos los artículos probados en animales, como algunos cosméticos, así como también los tejidos y materiales de origen animal como lanas, cueros, pieles o sedas. El eslogan de su negocio es «Amamos la vida» –que en alemán rima: «Wir lieben leben»–.

La filial berlinesa de Prenzlauer Berg es visitada por unos 420 clientes al día que no sólo compran tofu o productos de soja, sino también comida vegana para perros. Se llama «Leckerli» y podría ser una contradicción, pues los veganos rechazan que los animales tengan un estatus de propiedad. Pero hay de todo: incluidos preservativos y lubricantes veganos.

Para el estilo de vida vegano, existe «Extravaganz» un catering (vegano), pero también talleres de cocina con el famoso chef alemán de comida vegana, el también berlinés Björn Moschinski. Bajo el lema «Y para la salud, lo mejor», los supermercados Veganz ofrecen seminarios y cursos con asesorías alimenticias y filosóficas alrededor de la actitud responsable ante humanos, animales y medioambiente.

Pero, ¿cómo se pasa de ejecutivo de Mercedes-Benz a empresario vegano?: el originario de la RDA, casado con tres hijos, exitoso antes de cumplir los treinta se encuentra frente a frente con el sinsentido de su carrera profesional y desembarca. Así de simple.