Las series turcas conquistan el mundo
Con más de 150 títulos en 73 países, Turquía es ya una de las grandes exportadoras internacionales de contenidos televisivos
Un nuevo participante ha irrumpido con fuerza en el mundo de las teleseries. En apenas cinco años, Turquía se ha convertido en uno de los principales exportadores de contenidos televisivos a los países vecinos, atreviéndose con todo: series de acción, telenovelas, dramas históricos… Cada episodio ... tiene un coste de entre 5.000 y 125.000 dólares, lo que las convierte en altamente competitivas en el mercado internacional.
La pionera fue la serie «Gümüs» («Plata»), que en 2007 comenzó a ser exportada con gran éxito a los países árabes, recaudando más de un millón de dólares. Hoy, son más de ciento cincuenta títulos los que se emiten en Europa, Asia Central, Oriente Medio y África del Norte, con ventas anuales por valor de 100 millones de dólares (unos 76 millones de euros).
En el mundo árabe triunfan programas como «Kurtlar Vadisi» («El Valle de los Lobos»), una serie de acción de corte ultranacionalista que relata las aventuras del agente secreto Polat Alemdar -ambientadas en su última temporada en la guerra de Siria- y que no ha sido ajena a la polémica . También gustan melodramas como «Ask-i-memnu» («Amor prohibido») o «Muhtesem Yuzyil» («El siglo magnífico»), que recrea, en clave de telenovela, la vida del sultán Solimán el Magnífico”.
«Merhaba! Nasilsin?». Son fórmulas de saludo en turco, pronunciadas, con muy buen acento, por Adil, un turista marroquí de visita en Estambul, que es capaz de mantener una conversación básica con los vendedores callejeros. Lo ha aprendido en las telenovelas turcas, dice. «En mi país hay una auténtica fiebre», explica. No es el único lugar: en aquellos países en los que se emiten en versión original con subtítulos, mucha gente está aprendiendo nociones básicas de turco de esta forma.
Es el caso de Grecia, por ejemplo, donde se programan títulos como «El siglo magnífico» y «Sila» -titulada así por su protagonista, una joven de Anatolia Oriental obligada a casarse con un hombre mucho mayor-, y donde, a través de este acercamiento cultural, mucha gente está empezando a ver a los vecinos turcos como algo más que el enemigo de siempre.
Tanto, que los neonazis de Amanecer Dorado consideran estos programas una amenaza: el pasado 25 de marzo, un grupo de militantes de este partido orquestaron una protesta en la puerta del canal Mega, quemando banderas turcas y arrojando huevos y yogures contra el edificio. Uno de los diputados de extrema derecha llegó a orinar contra la entrada, según informó el diario «Hürriyet Daily News».
El último gran éxito es el drama «Fatmagül’ün Suçu Ne?» («¿Cuál es la falta de Fatmagül?»), que trata sobre una joven violada y el controvertido tema del honor. La trama ha conseguido traspasar las fronteras mediterráneas y se emite en quince países, desde Francia a Afganistán. Otro título, «Kuzey Güney» («Norte y Sur», aunque en este caso los puntos cardinales se corresponden también con los nombres de los dos protagonistas), que cuenta las desventuras de un panadero de Estambul que admite un crimen cometido por su hermano, arrasa en los Balcanes.
Las productoras turcas, además, están empezando a recibir solicitudes de China y Corea del Sur, y la compañía estadounidense NBC Universal ha comprado los derechos de «Amor prohibido» para emitirlo en Latinoamérica. Todo apunta a que la tendencia seguirá en aumento.
Ver comentarios