La ONU acusa a tropas malíes de «graves represalias» contra varios grupos étnicos
Miles de tuaregs, peuls y árabes escapan por temor a los militares, que los relacionan con grupos yihadistas. Otros no pudieron huir
abc
La ONU ha sido clara al confirmar lo que muchos se temían y lo que ya habían denunciado algunas organizaciones de derechos humanos: las tropas malíes están cometiendo abusos contra la población del país en la guerra que se libra contra grupos yihadistas en ese ... país africano. Pide, además, que las autoridades lleven a cabo una investigación y se persiga a los responsables y autores.
La misión de observación llevada a cabo or la ONU el mes pasado entiende que la intervención militar está rodeada por una «grave escalada de represalias», según la Alto Comisaria adjunta para Derechos Humanos, Kyung-wha Kang, informa AFP.
Estos atropellos los han llevado a cabo militares locales contra ciudadanos de las etnias peul, tuareg, o árabes de los que sospechan que apoyan a esos grupos armados, según dijo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
«La situación ha empeorado con la propagación de mensajes incendiarios, y esto incluye también a los medios de comunicación, estigmatizando a los miembros de estas comunidades que han visto como miles de sus miembros escapaban por temor a las repersalias del Ejército malí».
Human Rights Watch (HRW) ya pidió al Gobierno de Bamako el mes pasado que investigara y juzgara a los militares por «torturas, ejecuciones sumarias y desaoariciones forzadas» en el entorno de militantes yihadistas. Añadía, como ahora hace la ONU, que tuaregs, peuls y árabes son objeto de persecución por parte del Ejército en diversas ciudades del norte del país.
Bamako lo minimiza
La Comisaria llama la atención sobre tres parcelas que requieren una actuación urgente: los más de 200.000 desplazados del norte, el aumento de incidentes relacionados con motivos étnicos y la insuficiente respuesta del Gobierno en asuntos de violaciones de derechos humanos y administración de Justicia.
Presente en la sala, el ministro de Justicia malí, Malick Coulibali, ha tratado de minimizar esos abusos y ha asegurado que se trata de hechos «aislados» y que sus responsables serán perseguidos.
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