El obispo sirio de Alepo, monseñor Antoine Audo, estimó ayer que el número de cristianos que se han visto obligados a huir por la guerra se sitúa entre 20.000 y 30.000. En una conversación con la agencia France Presse, el prelado también mostró ... su preocupación por los dos jóvenes sacerdotes secuestrados hace ya mes y medio.
El obispo caldeo, que visita estos días Roma como responsable de Cáritas-Siria con motivo de una reunión internacional de esa organización católica, expresó su "dolor" por no poder estar físicamente junto a sus fieles en Alepo. "Hago mi labor desde Damasco -dijo-. Estoy en contacto con mi vicario, los sacerdotes y muchos fieles, pero no puedo regresar debido al cierre del aeropuerto y a la peligrosidad de las carreteras".
Antes del comienzo de la guerra civil -convertida en gran parte en un conflicto sectario entre musulmanes suníes contra musulmanes alauíes, con los cristianos entre dos fuegos- Alepo contaba con una población católica de unos 160.000 fieles.
Una quinta parte de los cristianos ha tenido que huir de la ciudad siria de Alepo
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