La ONU denuncia las atrocidades de ambos bandos en Siria

Realizado por la Comisión Independiente de Investigación sobre Siria, que depende del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACD), el informe estima que ambos bandos son culpables de estas violaciones que duran ya casi dos años y que han causado unas 60.000 víctimas mortales y provocado la huída de 820.000 sirios.

El confllicto se ha radicalizado progresivamente y la guerra ha tomado connotaciones sectarias que se han agravado por la presencia de combatientes extranjeros y de grupos extremistas, afirman en el informe los investigadores de la ONU que aún no han recibido autorización del gobierno sirio para viajar al país y efectuar encuestas sobre el terreno.

«Aunque no hemos podido viajar a Siria hemos entrevistado a numerosas personas que han huído del país y que nos han dado pruebas suficientes de los crímenes que han sido cometidos tanto por el gobierno como por los rebeldes», declaró en conferencia de prensa hoy Carla del Ponte, miembro de la Comisión de Investigación y ex fiscal del Tribunal Penal Internacional de la ONU.

El informe, de 131 páginas, denuncia las masacres de civiles cometidas por ambos bandos contra civiles y combatientes en situaciones fuera de conflicto, las detenciones arbitrarias, las situaciones de tortura, muerte y las atrocidades de todo tipo que suponen violaciones graves de los derechos humanos y que podrían ser consideradas como crímenes contra la humanidad.

«La estrategia de contracción seguida por el gobierno sirio ha dado lugar a ataques sostenidos y concertados en zonas urbanas donde están presentes grupos armados antigubernamentales sin hacerse ninguna distinción entre los civiles y los militares», precisó la Comisión afirmando que los crímenes cometidos por el gobierno son los más graves.

De acuerdo con el informe, los grupos armados antigubernamentales han también torturado, asesinado, violado y detenido a personas de manera arbitraria. Además, han cometido numerosos ataques suicidas con coches bomba contra objetivos gubernamentales en zonas con gran densidad de población poniendo en peligro la vida de la población civil.