Luz verde en Kenia a la candidatura de un imputado por crímenes de lesa humanidad

El pasado año, el TPI confirmaba los cargos y la apertura de un proceso contra la candidatura conjunta por la presunta subvención de las turbas que provocaron incidentes durante la campaña, así como de los ataques que tuvieron lugar en el Valle del Rift, una de las regiones más conflictivas del país.

Conforme al capítulo seis de la Constitución keniana, ambos tenían que haber sido exculpados de los cargos antes del pasado 4 de enero si querían concurrir a las elecciones.

Sin embargo, los cinco magistrados del tribunal keniano aseguran que el recurso presentado contra Kenyatta y Ruto no se sustenta en la Constitución, ya que ambos políticos han sido designados por sus respectivos partidos y validados por la Comisión Electoral Independiente.

El origen de estos disturbios, que causaron más de 1.300 muertos y 300.000 desplazados, se encuentra en las acusaciones de fraude lanzadas por el actual primer ministro, Raila Odinga, contra el presidente, Mwai Kibaki, tras ser derrotado en unas elecciones en las que partía como favorito. Algunos candidatos quieren incluso extender las responsabilidades.

«Tanto el presidente Kibaki como el primer ministro Odinga deben rendir cuentas ante el Tribunal Penal Internacional», asegura a ABC Paul Muite, candidato por el partido Safina, quien destaca que en aquel momento ambos ocupaban «los cargos de máxima autoridad del Gobierno».

Una lucha que, al menos, en la arena política, se presenta igual de encarnizada para el próximo marzo. Según los últimos sondeos , el propio Odinga tiene una leve ventaja en intención de voto (46%) frente a sus polémicos rivales Kenyatta-Ruto (40%), lo que llevaría a una segunda vuelta electoral.

«Yo no tendría ningún problema en ir a La Haya y dirigir los asuntos de Kenia desde allí. Estamos en un mundo donde se pueden hacer innumerables cosas a través de internet. Uno puede masticar chicle y subir las escaleras al mismo tiempo», reconocía recientemente el propio Ruto.