Hitler quería convertir a Alemania al vegetarianismo

En su juventud, esta anciana alemana fue la encargada de asegurarse que nadie lograba envenenar a Hitler.

«Entre las 11 y las 12 probábamos la comida para comprobar que no estaba envenenada y luego las SS se la llevaban al Führer», explica Margot Woelk. «Estábamos muy asustados, pero no quedaba otro remedio», recuerda la anciana que al parecer fue la única superviviente de este grupo de «catadores».

Existen otras pruebas de la pasión de Hitler por los vegetales, además de las memorias de esta anciana. Un manual de los años 30 se refería a los granos de soja como «las judías nazis», que eran presentadas como una alternativa a la carne.

Además, según publicaba ABC , la mansión que el Führer se hizo construir en Hollywood, tenía jardín para el cultivo de vegetales. Y al parecer, la obsesión de Hitler por los vegetales respondían «a la obsesión con la pureza del cuerpo de la raza aria».

«The Telegraph» asegura además que en 1942, Hitler explicó a Joseph Goebbles que si ganaba la guerra «convertiría a Alemania al vegetarianismo».

Otros testimonios demuestran que el Führer si coqueteó con la carne. Dione Lucas, su cocinero antes de la guerra, asegura que entonces era un amante «de la paloma estofada y las salchichas bávaras».

en el diario secreto de un soldado se recogen los curiosos hábitos alimentarios del Fuhrer: «Come de forma rápida y mecánica. Además se come las uñas en la mesa. Sus modales son bastante chocantes».