El presidente Mujica en Facebook, con zapatillas y tomando café en una terraza

De todas formas, lo que en otros países podría ser considerado como «algo extraordinario», en Uruguay es más bien algo habitual. Su presidente, José Mujica, no es persona a la que le guste rodearse de grandes lujos, y se puede también asegurar que «huye» de situaciones protocolarias.

La fotografía recoge un momento de sus vacaciones en Colonia, acompañado de su esposa. En este restaurante, narra Oscar Ossini, el presidente comió una parrillada, y después, en camiseta y chanclas, salió a la terraza a tomar un café.

Cuando asumió en el poder, Mujica rechazó vivir en la mansión presidencial de Suárez y Reyes y se quedó en su casa con su esposa, Lucía Topolanski, que es senadora. Su patrimonio al tomar el poder ascendía a 1800 dólares. Dona el 90% de su salario, en gran parte para ampliar viviendas a los pobres.

En resumen, mantiene la misma forma de vida austera que tenía antes de acceder a la presidencia del país, después de haber pasado 11 años encarcelado por la dictadura militar por su pertenencia a Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.