Naciones Unidas estudia el despliegue de «drones» en el Congo

La propuesta ya cuenta con la negativa de la vecina Ruanda, a quien la organización acusa de subvencionar a los rebeldes que operan en la frontera entre ambos países

Naciones Unidas estudia el despliegue de «drones» en el Congo reuters

EDUARDO S. MOLANO

Nuevos aires para la región de los Kivus. El secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Operaciones de Mantenimiento de la Paz, Herve Ladsous, pidió al Consejo de Seguridad incrementar tecnológicamente el equipamiento de los «cascos azules» desplazados en la República Democrática del Congo.

La propuesta, que incluye desde «drones» (aviones no tripulados) a sistemas de visión nocturna, está encaminada a paliar la reciente amenaza abierta por los rebeldes tutsis del M23 , quienes el pasado mes de abril se alzaban en armas en la región de Kivu Norte, este del país.

Pese a ello, el despliegue de aviones no tripulados en la región ya cuenta con la negativa formal de Ruanda, un Gobierno implicado de forma directa en el conflicto. Recientemente, un informe de la ONU acusaba al ministro de Defensa del país africano, James Kabarebe, de «comandar» a los sublevados.

«De acuerdo a varios soldados del M23, el Ejército ruandés proporcionó a los insurgentes armas pesadas durante los combates, así como misiles antitanques y antiaéreos», destacaba el documento.

Sin embargo, a pesar de la negativa de Ruanda, la utilización de aviones no tripulados es ya común en el espacio aéreo africano.

En junio de 2011, el Pentágono comenzaba a volar cuatro «drones», valorados en 45 millones de dólares, desde una base en las Seychelles, y a finales de ese mismo año, edificaba un centro secreto en Etiopía para frenar la amenaza islamista que se cierne sobre la vecina Somalia (aunque la utilización de estos elementos bélicos en el espacio aéreo somalí no fue confirmada hasta octubre de 2009, con el derribo de uno de ellos en la localidad de Kismayo, como denuncia Mary Ellen O'Connell -miembro de la American Society of International Law-, su uso se remonta a 2006).

De igual modo, en octubre, fuentes de inteligencia francesas anunciaban la llegada de al menos dos nuevos «zánganos» a Malí para frenar la revuelta al norte del país.

Pero mientras los cielos del Congo esperan milagros en forma de pájaros de metal, los rebeldes del M23 comienzan también a mover sus peones. Este miércoles, el secretario general del grupo armado, François Rucogoza, declaraba un alto el fuego unilateral de cara a la segunda ronda de las conversaciones de paz a celebrar en la capital de Uganda, Kampala.

«Hoy declaramos que estamos en un alto el fuego. (…) E incluso, aunque el Gobierno se niegue a seguirnos, continuaremos con las negociaciones», reconoció Rucogoza.

Antes, eso sí, habrá que mirar al cielo del Congo.

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