Más de 116.000 personas en 1,4 kilómetros cuadrados: así es el campo de refugiados de Jabalia, que Israel ha bombardeado esta semana
Según describe la ONU, la zona se caracteriza por «el hacinamiento y la falta de espacio habitable»
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Guerra entre Israel y Hamás en Gaza, en directo
El campo de refugiados de Jabalia.
El campo de refugiados de Jabalia, en Gaza, ha sido bombardeado por Israel dos veces «en menos de 24 horas». En el segundo ataque denunciado por Hamás este miércoles murieron decenas de personas y otras tantas resultaron heridas, según la agencia palestina 'Wafa'. El ... día anterior, otro bombardeo produjo al menos 145 fallecidos.
Los ataques han sido calificados por Hamás como «trágicas masacres», unas palabras que también han pronunciado en Unicef o en la ONU. En la primera de ellas, han denunciado las «escenas horrendas y espantosas» de matanza. Por su parte, António Guterres, el secretario general de Naciones Unidas, ha reiterado su «condena en los términos más enérgicos a la muerte de civiles». Asimismo, el responsable de asuntos humanitarios de la organización, Martin Griffiths, ha asegurado que estos ataques son «la última atrocidad que golpea a la población de Gaza» y ha lamentado que las «consecuencias humanitarias son cada vez más terribles».
En Jabalia vivían 116.011 personas en este 2023, según la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). Se trata del campo de refugiados más grande de los ocho que hay en la Franja. Sus habitantes se distribuyen en los tan solo 1,4 kilómetros cuadrados que ocupa. Según describe la agencia de la ONU, la zona se caracteriza por «el hacinamiento y la falta de espacio habitable», ya que los refugios se construyen muy cerca los unos de los otros. Además, hay falta generalizada de lugares destinados al ocio.
Los orígenes del campamento se remontan a 1948. Alrededor de 35.000 refugiados se instalaron allí, en Jabalia, una aldea situada al norte de Gaza. La mayoría de ellos, informa UNRWA, estaban huyendo de las aldeas situadas al sur de Palestina.
«Sus concurridas calles ya no se parecen al terreno con tiendas de campaña donde vivieron los palestinos que huyeron o fueron expulsados de sus hogares», describe el corresponsal de la BBC en Jerusalén, Paul Adams. «Es un laberinto súperpoblado con calles estrechas y edificios de ladrillo», añade.
La ONU denuncia que la mayoría de los refugiados viven en condiciones deficientes: a la densidad de población demasiado alta, se une el elevado nivel de desempleo, que hace que las familias no puedan mantenerse por sí mismas, o los cortes de electricidad y el suministro de agua contaminada –según UNRWA, el 90% no es apta para el consumo humano–.
En el campo de refugiados hay 16 edificios escolares, según datos de la ONU. De ellos, diez operan en turnos dobles y los seis restantes en un único tramo. También, cuentan con una biblioteca pública, un centro de distribución de alimentos, siete pozos de agua y una oficina de mantenimiento y saneamiento. En lo sanitario, hay tres ambulatorios en Jabalia, dos de ellos están dentro del propio campamento y el otro en los alrededores. Asimismo, hay dos centros de zona de socorro y servicios sociales.
Desde que comenzó la guerra, el pasado 7 de octubre, hace algo más de tres semanas, han muerto han muerto 8.796 palestinos, según ha informado el Ministerio de Salud dirigido por Hamás en Gaza. De ellos, 3.648 son niños. La cifra es muy superior a los 2.985 menores que perdieron la vida en una veintena de países en guerra en 2022. «La zona se está convirtiendo en un cementerio de niños», ha denunciado un portavoz de Unicef.
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