Esta es la mejor miel para las torrijas y pestiños: la clave para potenciar el sabor del almíbar
La miel de azahar tiene el sabor y textura idóneos para estos dulces

En la cocina tradicional de Semana Santa, aunque existen muchísimas recetas de dulces de Cuaresma, hay dos que reinan por excelencia: las torrijas y los pestiños.
Existen múltiples versiones de cada uno de estos dulces. Sin embargo, hay un elemento que marca la diferencia en ambas recetas: el almíbar. Y dentro de ese almíbar, la miel es la clave para lograr ese acabado brillante, sedoso y lleno de sabor que tanto nos gusta.
Pero no todas las mieles son iguales. De la misma forma que elegir un buen aceite de oliva es clave para que tus platos salgan bien o no, elegir la miel adecuada puede transformar completamente la experiencia de comer una torrija o un pestiño.
La miel aporta dulzor, aroma y profundidad al almíbar, por lo que es importante escoger una variedad que complemente bien el resto de ingredientes sin enmascararlos.
¿Cuál es la mejor miel para las torrijas y los pestiños?
La miel de azahar es una de las más recomendadas para este tipo de elaboraciones por su sabor suave, floral y ligeramente cítrico. Proviene de las flores del naranjo, y su perfil aromático encaja perfectamente con los toques de canela, limón y vino dulce que suelen acompañar las torrijas y los pestiños.
Su textura también es ideal: fluida pero no demasiado líquida, lo que permite que se mezcle bien con agua o vino para preparar el almíbar, y que se adhiera con facilidad a la superficie del dulce sin empaparlo en exceso. Al calentarla, la miel de azahar desprende un perfume suave que eleva el resultado final.
Otras mieles que también funcionan
Si no tienes miel de azahar a mano, también puedes optar por miel de mil flores o de romero. La de mil flores aporta un sabor más neutro pero igualmente dulce, mientras que la de romero tiene notas más herbáceas que pueden dar un toque original a tu almíbar.

Eso sí, evita mieles muy intensas como la de brezo o eucalipto, ya que su sabor puede sobrepasar al resto de ingredientes.
El truco está en calentar la miel con un poco de agua, vino dulce o licor (como anís o moscatel) y aromatizarla con canela en rama, piel de limón o naranja.
Al hervir unos minutos, se convierte en un sirope brillante que envuelve las torrijas o baña los pestiños, aportando ese sabor tan característico y tradicional.
Un toque final para una Semana Santa más sabrosa
Para que el almíbar penetre bien en las torrijas o se adhiera con firmeza a los pestiños, es importante que los dulces estén templados cuando se mojen en la miel caliente. Esto permite una absorción más homogénea y potencia el sabor final.
Una vez impregnados, conviene dejarlos reposar para que se asienten los aromas y se consiga esa textura melosa que tanto nos gusta. Con una buena miel y un poco de paciencia, conseguirás que tus torrijas y pestiños sean inolvidables.
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