¿Reencuentro real? Harry en Londres mientras Carlos III está en Balmoral

Cabe resaltar que, el viaje de Harry coincide con una fecha especialmente delicada: el tercer aniversario de la muerte de Isabel II, la matriarca que siempre abogó por mantener unida a su familia y cuya ausencia aún pesa en la monarquía británica.

En tanto, la llegada del duque de Sussex no ha sido casual. Esta misma noche asistirá a los WellChild Awards, los premios de la ONG que apoya a niños y niñas gravemente enfermos y que cuentan con su apoyo desde 2007. Además, en los próximos días también acudirá a Nottingham, donde anunciará una importante donación a Children in Need y mantendrá encuentros privados con fundaciones a las que respalda desde hace años.

En medio de sus compromisos, se espera que en su agenda se contemple una reunión su padre, a quien vio por última vez en febrero de 2024, cuando Harry voló de urgencia a Reino Unido tras conocerse públicamente el diagnóstico de cáncer del monarca. Según se supo, aquel encuentro se realizó bajo máxima discreción y duró apenas treinta minutos, lo que incrementó aún más los rumores sobre la distancia emocional entre ambos.

Sin embargo, no todo resulta tan sencillo. Carlos III se encuentra en Balmoral, en Escocia, acompañado de la Reina Camila, mientras Harry está en Londres cumpliendo su apretada agencia de compromisos. Para que se produzca el encuentro, alguno de los dos deberá dar un paso al frente y modificar su agenda. Y lo cierto es que, aunque hay voces optimistas que hablan de una reconciliación inminente, las tres condiciones que, según la prensa británica, habría puesto Harry, complican el desenlace.

La primera, que la seguridad de su familia esté plenamente cubierta durante sus viajes a Reino Unido; la segunda, que se ejerza un control férreo sobre las filtraciones a la prensa, evitando los ataques velados que tanto le han dolido en el pasado; y la tercera, que Meghan Markle reciba de nuevo el tratamiento de Su Alteza Real en los eventos de la familia, con todos los honores protocolarios que ello conlleva. Requisitos que, de confirmarse, colocan al monarca en una situación comprometida y reavivan la sensación de que el distanciamiento sigue siendo profundo.

Pero la gran pregunta sigue en el aire: ¿habrá encuentro con Carlos III en los próximos días? Una fotografía de padre e hijo tendría una fuerza simbólica enorme y marcaría un nuevo rumbo en la historia reciente de los Windsor. De no producirse, el silencio volverá a ser interpretado como una confirmación de las fisuras internas que atraviesa la Casa Real.

Mientras tanto, Londres observa con lupa cada movimiento del duque de Sussex. Sus compromisos benéficos darán titulares, pero es el desenlace familiar el que realmente acapara toda la atención. Porque, en este viaje, el verdadero foco no está en los premios ni en las organizaciones, sino en Balmoral y en la incógnita de si un rey enfermo y un hijo distante serán capaces de reencontrarse.