Malú vuelve con su antigua manager, Rosa Lagarrigue
La artista ha fichado por la agencia GTS, que acaba de adquirir RLM integrando en su equipo a la famosa representante
Rosa Lagarrigue, la mánager de artistas más importante de España: «La palabra tiburón no me pega nada. Es todo un mito»
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Iniciar sesión«Por fin os puedo contar que empieza una nueva etapa junto con la familia de GTS, un 'dream team' que siempre he tenido cerca y que ahora nos cogemos de la mano para compartir este viaje. Estoy ilusionada, motivada y con ganas locas de ... todo lo que está por venir. Gracias por hacerlo posible ¡Vamos a por todo!». Con estas palabras, Malú ha anunciado que ficha por la agencia de management Global Talent Service, un movimiento que supone el reencuentro con Rosa Lagarrigue, quien había sido su representante de toda la vida, hasta su ruptura en 2017, cuando la cantante emprendió un camino por su cuenta convirtiéndose en la administradora única de Aprendiz y Canciones SL, la empresa a través de la cual ha estado gestionando sus derechos musicales.
Una ruptura que ambas partes calificaron de «amistosa» y que ha llegado a su fin después de ocho años, ya que Lagarrigue, junto a todo su equipo de la agencia RLM, ha pasado esta misma semana a formar parte de GTS, que a su vez está íntimamente relacionada con la multinacional discográfica Universal Music.
De hecho el CEO de GTS es el antiguo presidente de Universal España, Narcís Rebollo, que valora así el fichaje de la cantante madrileña: «Estamos muy ilusionados con la incorporación de Malú a GTS, con lo que supone para ambos equipos compartir esta nueva etapa en la carrera de la artista. Como referente de la música en español con una trayectoria de más de 25 años, la voz, el talento y el compromiso de Malú han dejado una marca imborrable en la cultura musical de nuestro país. Es un honor para GTS formar parte de éste nuevo comienzo junto a una artista que transmite tanta pasión y autenticidad en cada interpretación».
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Desde GTS definen a Malú como alguien que «no es solo» una cantante. «Es una artista que ha crecido ante los ojos de varias generaciones, sosteniendo una forma de estar en la música donde la emoción, la entrega y la autenticidad han sido siempre el centro. Desde su debut en 1998, su voz ha acompañado a millones de personas, no solo como intérprete, sino como presencia viva en la memoria afectiva del país. En su brillante trayectoria ha recibido numerosos galardones como el Premio Ondas, la Medalla de Andalucía, nominaciones a los Grammy Latinos y decenas de premios otorgados por el público. Pero su mayor reconocimiento ha sido mantenerse, sin impostura, como una figura querida y respetada, capaz de seguir emocionando con una sola palabra cantada».
Además, su nuevo-viejo management destaca que «grandes marcas internacionales como Swarovski, Fluchos o L'Oreal Paris han querido contar con Malú como imagen, aspecto en el que cuenta incluso con su propia fragancia lanzada por Puig», sin dejar de señalar que «es también reconocida por su implicación en diferentes causas solidarias participando activamente con organizaciones como Cruz Roja, Unicef, Save the Children, AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) y por su defensa a ultranza de los animales colaborando con Mascoteros solidarios, entre otras asociaciones».
Armand Martín, Management Director de GTS, añade que «es un auténtico lujo poder trabajar al lado de una artista de la talla y la trayectoria de Malú. Para GTS es un honor y un reto apasionante la alianza con una de las artistas más importantes del panorama musical, compartiendo un futuro que nos hará crecer personal y profesionalmente a todos».
Rosa Lagarrigue, ahora la Executive Vice President Global de GTS, arrancó su trayectoria en el sector a lo grande llevando el management exclusivo de Miguel Bosé, y en sus inicios también llevó al grupo más vendedor en la historia del pop español: Mecano. En 1991, Lagarrigue tuvo uno de sus mayores aciertos: fichar a un desconocido Alejandro Sanz, a quien representaron hasta 2016.
Precisamente la marcha de Sanz, unida a la de Miguel Bosé dos años antes, una de ellas con enfrentamientos legales de por medio (en el caso de Sanz, fue condenado a indemnizar a Lagarrigue con 5,4 millones de euros por romper con ella unilateralmente), fueron los golpes más duros en los treinta años de RLM. En 2017 también se les escapó Malú, «sin malos rollos» como aseguró el entorno de la artista: «No hay ningún mal rollo entre ellas, te lo aseguro. Lo que pasa es que Malú es una tía muy inteligente, muy lista, que sabe perfectamente lo que quiere y le apetece gestionar su carrera con su propia gente. Malú sólo tiene palabras de cariño y admiración hacia Rosa, que le ha ayudado mucho durante todos estos años, y de hecho es muy posible que la siga asesorando de una forma u otra».
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El amplio portfolio de RLM, con carreras muy consolidadas como Raphael, Vanesa Martín, Rozalén, Sara Baras, Andrés Suárez, Ana Torroja o Israel Fernández, hizo que la agencia de Lagarrigue haya seguido siendo una de las más poderosas del panorama español y latinoamericano hasta ahora, cuando ha sido absorbida por GTS.
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