El futuro que les espera a Beatriz y Eugenia, las hijas del expríncipe Andrés y Sarah Ferguson

Aunque desde que se retiró de la vida pública en 2019, Andrés no recibe ninguna asignación estatal. Se sostiene con herencias y dinero de relaciones empresariales que cultivó durante su etapa como representante comercial del Reino Unido, especialmente con China y los países del Golfo.

Una caída que se ha consumado definitivamente y que comenzó cuando salió a la luz su amistad con Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense condenado por delitos sexuales contra menores. El golpe final en la mesa de Carlos III, cansado ya de las polémicas que empañan su reinado.

Todavía por resolver qué pasará con la exesposa de éste, Sarah Ferguson, quien se encuentra «en una situación desesperada», según resuelve la prensa inglesa. «No tiene dónde ir», advierten. Son los efectos colaterales de lo ocurrido con su exmarido, despojado de todos los privilegios que supone ser miembro de la Familia Real británica. La ya exduquesa de York ha apoyado continuamente a Andrés y ahora también ella ha caído en desgracia después de conocerse con qué devoción se dirigía por carta al pedófilo Jeffrey Epstein. Según una fuente cercana a la realeza, el futuro de Sarah Ferguson «pende de un hilo», ha publicado 'Daily Mail'. «La verdad es que no tiene adónde ir ni con quién. Su futuro es incierto». Otra fuente declaró: «La gente ya no quiere tener nada que ver con ella».

Pero, ¿qué pasa con sus hijas, Beatriz y Eugenia? Las dos hijas del matrimonio están pasando por uno de los momentos familiares más complicados de su vida. Que sus padres sean unos auténticos 'apestados' es un golpe durísimo para las jóvenes. Sin embargo, en términos legales para ellas nada cambia. Continuarán siendo Princesas y utilizando el tratamiento de Su Alteza Real, tal y como dejó estipulado en la patente real del Rey Jorge V, abuelo de Isabel II.

En 1917, Jorge V intentó limitar la proliferación de descendientes con derecho a ser tratados como príncipes o princesas definiendo de forma restrictiva los miembros de la Familia Real que debían recibir la consideración de Alteza Real, la condición que da derecho a anteponer al nombre el tratamiento principesco. Según su decisión, solo lo serían los hijos del soberano, los hijos de los hijos del soberano y «el hijo mayor del hijo mayor del Príncipe de Gales», condición que ostenta el heredero al trono británico.

Como hijas de un hijo de la difunta Reina Isabel, se entiende que Beatriz y Eugenia conservarán sus títulos reales.