La emotiva despedida del influencer Pablo Garna antes de ingresar en el seminario

La jornada, que se celebró bajo el lema 'Solo Dios Basta', comenzó con una Misa en una iglesia próxima al parque donde Garna solía acudir a la adoración del Santísimo. Tras la Eucaristía, los asistentes participaron en una carrera organizada por él mismo y, finalmente, compartieron una cena de hamburguesas.

Su amigo Ignacio Serrano compartió fotografías y vídeos del emotivo encuentro en sus redes. «Hoy tocaba plan para despedirnos de nuestro Pablete. Después de Misa tocaba carrerita por el Retiro. Y luego hamburguesa, como no podía ser de otra forma. Te queremos y te rezamos, amigo. A tope», escribió.

Por su parte, la cantante Sofía Ellar, quien dio a conocer a Garna en 2021 tras invitarlo a participar en algunos de sus videoclips, tampoco faltó a la cita. «Te quiero», escribió en sus historias de Instagram, acompañando la dedicatoria con una postal de ambos en blanco y negro.

Fue el propio Pablo quien dio a conocer su decisión a través de un vídeo publicado en sus redes. En él, explicaba que cerraba su etapa de viajes, proyectos y notoriedad digital para emprender un nueva vida, centada en el silencio, la oración y la entrega. «No sabía si este momento llegaría algún día, pero ha llegado. Es una etapa que se cierra para dar paso a otra radicalmente distinta: silencio, oración, hábitos, rutina… una vida de entrega al servicio de los demás», confesó. «Lo único que quiero en esta vida es ser santo y todo lo demás me sobra», añadió.

En el mismo mensaje, reconocía que dejar su faceta como modelo e influencer no ha sido sencillo, pero insistía en que no se trata de una decisión impulsiva: «Desde el primer día soñé con llevar el amor de Dios a través de esta pantalla. (...) Me iba bien en la vida: mis viajes, mi coche, un trabajo increíble… el sueño de muchos. Pero, ¿de qué me sirve todo eso si en el fondo de mi corazón hay otra cosa?».

Y con una última petición, selló su despedida: «Lo que te pido es que si quieres, que reces por mí. Para que no me guarde nada. Para que mi entrega sea entera, aunque no vea resultados ni frutos. Para que, también en los momentos malos, me repita una y otra vez: sólo Dios basta».

Con estas palabras, Pablo Garna deja atrás la vida pública para adentrarse en una etapa íntima y espiritual. Una despedida con sabor a amistad, fe y mucha emoción que quedará marcada para siempre en quienes lo acompañaron en este paso decisivo.