A sus 51 años, Elon Musk, dueño de Tesla y fundador de Space X, tiene 10 hijos, tres de ellos nacidos hace solo un año con dos mujeres distintas: su actual esposa Grimes, con la que tuvo una niña de nombre Exa Dark Sideræl ... , -que hace referencia al rendimiento de una supercomputadora y el tiempo del espacio desconocido-; y con una ejecutiva con la que reconoció tuvo gemelos que, aunque llevan su apellido, no ha trascendido públicamente su sexo.
Este breve resumen refleja un poco la vida sentimental del empresario, que no mantiene una estrecha relación con todos sus hijos. Vivian, fruto de su primer matrimonio con la escritora Justine Wilson, ha decidido cortar toda relación con su padre tras solicitar el pasado junio ser reconocida como mujer en el Tribunal Superior de los Ángeles -antes se llamaba Xavier Alexander- y además adoptar el apellido de su madre.
«Ya no deseo estar relacionada con mi padre biológico de ninguna manera o forma», puntualizó la joven de 18 años. Hace solo un par de años, Musk aseguraba en Twitter ser «defensor» de la comunidad trans, pero añadió que los «pronombres apestan» y que «son una pesadilla estética».
El magnate ha hablado por primera vez de este asunto y ha vinculado la decisión de su hija a temas políticos pese a que ella, entre las razones que esgrimió para su cambio de nombre y apellidos es que Musk no la reconoce como es y no tenían relación.
La teoría de él, en cambio, es que su hija se ha dejado influenciar demasiado por los «neomarxistas» de las actuales instituciones educativas. «Es comunismo en toda regla y un sentimiento general de que si eres una persona rica, eres una persona mala».
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