Elena Tablada: «He superado esta ruptura con ayuda de terapia»

—Superar un final de un proyecto de vida no es plato agradable para nadie. ¿Cómo lo lleva?

—En este momento te puedo asegurar que me encuentro muy serena y tranquila, reconozco que he pasado una época muy mala, pero gracias a Dios con ayuda de terapia profesional, lecturas y ejercicio en mí misma he conseguido llegar al momento actual. Es verdad que sin la terapia que hago desde hace tiempo no habría podido gestionar esta crisis de una manera tan serena. Otro de los recursos que utilizo cuando puedo es salir de Madrid y cambiar de aires para despejar la cabeza ya que es un proceso difícil y largo.

—No es la primera vez que se separa. Ya lo vivió cuando se terminó su relación con el padre de su primera hija, el cantante David Bisbal. ¿La experiencia ayuda?

—Nada es igual en la vida ni nada se repite. No tengo la misma edad ni han sido las mismas condiciones. Ahora todo es muy diferente.

—¿Tiene cosas de las que arrepentirse cuando hace examen de conciencia?

—Te aseguro que hago muchísima introspección y es algo que me trabajo a diario porque además de que me sienta bien me ayuda para ser feliz y hacer felices a cuantos me rodean.

—¿Y quedan ganas de volver a encontrar el amor?

—En este momento no quiero saber nada del amor. Vamos, es lo último y más lejano de mi cabeza. Hoy lo más importante soy yo porque tengo dos hijas y he comprendido que para que ellas estén bien yo debo estarlo conmigo misma. Quererme, valorarme y encontrarme para darles todo lo que necesitan. Mis hijas tienen que ver una madre alegre y tranquila y en ese proceso me encuentro, aunque aún tengo mis días. Ojalá pueda afianzar esta sensación y que me dure mucho. Te aseguro que estando tranquila con mis hijas no necesito nada más.

—Aparte de la terapia qué personas han sido fundamentales para poder llorarles en el hombro.

—Tengo muchísima suerte con las amistades y familia que me arropan. Me he sentido ayudada y comprendida además de aconsejarme super bien y de ahí que esté tan agradecida.

—¿Cree que este final acabará en los juzgados o se podrán ahorrar los abogados?

—Lo más importante en este momento son mis hijas y no me gustaría terminar en los juzgados precisamente por nuestra niña, pero confío en Dios y espero que todo lo que nos pase sea por el bien de ella.

—¿Cómo es la relación de las hermanas?

—Se quieren muchísimo. Ella es mayor pero están muy bien. Hemos ganado en paz y tranquilidad y eso se nota.

—¿La han visto llorar en este tiempo?

—En alguna ocasión puede que me hayan visto llorar porque al final me quedé sola en mi casa con dos niñas muchos días seguidos. La casa no es muy grande y mis hijas, sobre todo la pequeña, depende mucho de mí. En algunos momentos era difícil poder desahogarme sin que se diera cuenta.

—¿Se siente identificada con la letra que canta Shakira cuando dice «las mujeres no lloran, las mujeres facturan»?

—Las rupturas han existido de siempre la diferencia es que hoy se habla de una manera más pública y las adversidades se comparten de forma espontánea y eso hace que otras mujeres se sientan identificadas. Compartir que no siempre todo está bien es algo bueno.

—Finalmente la vida le ha enseñado que no siempre es de color rosa.

—Por suerte o desgracia la vida siempre me enseñó que no era rosa y lo aprendí desde niña. La vida te pone en el camino lo que eres capaz de superar.

—¿Cree que el tiempo lo cura todo? Lo digo porque en su caso con Bisbal parece que las cosas se han suavizado tras las tormentas que vivieron.

—El tiempo lo cura todo. Mi relación con David fue buena pero también es verdad que hay cosas que pasan en la vida y no siempre se está de acuerdo en todo y más cuando la pareja está separada. Los altibajos han existido pero siempre hubo respeto mutuo por encima de todo.

—¿Le gustaría llegar a ese punto también con Javier Ungría?

—No soy nada rencorosa. Sólo quiero la felicidad de mi hija y por ella haré todo lo que sea necesario.

—¿Es verdad que ha pedido una pensión compensatoria por el tiempo que han estado casados?

—No sólo no la he pedido sino que he renunciado a esa pensión. Lo único que pido es que mis hijas vivan igual que antes y no peor porque alguien se haya querido ir del hogar familiar.

—Lo que sí va a luchar es por la custodia de la menor.

—Quiero que mis hijas se sigan criando juntas porque la relación entre hermanas es muy importante y tiene que perdurar.

—Este verano echaremos de menos sus colecciones de baño que terminaron, como tantas cosas, con la pandemia. ¿En qué anda hoy metida?

—Estoy haciendo un curso de decoración de interiores y acabo de diseñar una colección de papeles pintados que me entusiasma. Estoy con varios cursos, pero hoy mi gran proyecto es terminar con este divorcio y poder empezar otro capítulo de mi libro.