¿Dónde vivirá Carlos de Inglaterra tras su negativa a ir a Buckingham?

A pesar de que su madre también se mostró reacia a hacer del Palacio su hogar cuando ascendió al trono, finalmente aceptó que se mantuviera la tradición bajo la fuerte presión del entonces Primer Ministro británico Winston Churchill. Sin embargo, tal y como aseguró ayer el diario británico 'The Sunday Times', Carlos III no está dispuesto a ceder a la presión y dará la espalda a casi 200 años de tradición.

Fuentes cercanas al Rey aseguran que el monarca opina que Buckingham «no es apto ni adecuado para el propósito del mundo moderno y que su mantenimiento no es sostenible». «Él no lo ve como un hogar futuro o una casa que se ajuste al propósito en el mundo moderno . Siente que su mantenimiento, tanto desde el punto de vista económico como ambiental, no es sostenible», añadió el diario 'The Times'.

La decisión de Carlos III y su esposa Camila será la de dividir la semana en tres viviendas. Durante los tres primeros días pasarán las noches en Clarence House, ubicada a tan solo 400 metros de Buckingham y que ha sido su residencia oficial desde 2003. En este edificio anexo al Palacio de St. James vivió durante casi medio siglo la madre de la Reina Isabel II junto con la Princesa Margarita. El entonces Príncipe de Gales convirtió ese edificio de cuatro plantas en su residencia oficial londinense tras la muerte de su abuela, en 2002. Aunque ya había vivido ya allí brevemente con sus padres, tras el matrimonio de éstos en 1947 hasta la ascensión al trono de su madre.

A mitad de la semana se trasladarán al castillo de Windsor, donde residirán hasta la llegada del fin de semana, que lo pasarán en la finca de Sandringham (Norfolk), situada a tres horas al noreste de Londres. Sandringham era una de las propiedades más queridas de la Reisa Isabel II, la cual pertenece a la familia desde 1862. Es aquí donde pasaba las vacaciones de Navidad y donde se refugiaba cuando los escándalos sobrevolaban a la familia. Además, fue aquí donde nació y murió su padre el Rey Jorge VI, por eso solía quedarse hasta dicha fecha para conmemorar, en privado, el aniversario del fallecimiento.