Anna Lesley Smith, la capellana que lleva a Murdoch al altar a los 92 años
La prometida del magnate de los medios tiene un origen misterioso y ha conocido el lujo y la miseria
Sucesión en la dinastía: ¿Puede el amor (filial) matar a una empresa familiar?
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónA sus 92 años, Rupert Murdoch ha demostrado que sólo sabe estar casado o a punto de hacerlo. El magnate de los medios se divorció de su primera mujer, Patricia Booker, en 1967, el mismo año que se casó con la segunda, Anna Torv. ... Solo 17 días después de divorciarse de Torv, en junio de 1999, ya estaba en el altar con Wendi Deng. De esta última se separó en 2013 y entonces se dio un respiro leve de tres años antes de embarcarse en su cuarto matrimonio, con Jenny Hall. El pasado septiembre, un mes después de rubricar el divorcio de Hall, conoció a una nueva mujer. Se llama Anna Lesley Smith (66 años) y la pareja acaba de anunciar que se ha comprometido.
El presidente y líder durante décadas de News Corp. –un gigante que acumula periódicos, webs y televisiones de corte conservador en todo el mundo– ha compartido su vida con perfiles muy diversos: Booker era una azafata de vuelo a la que Murdoch conoció en los primeros pasos de su imperio, cuando heredó un pequeño periódico de Adelaida; Torv era una joven reportera que escribía en otro de sus periódicos en Australia, 'The Daily Mirror'; Deng era una joven ejecutiva de origen chino que escaló con rapidez en una de sus televisiones y se convirtió en emprendedora tecnológica; como supermodelo en los setenta y mujer de Mick Jagger, Hall era incluso más conocida que Murdoch.
Su nueva prometida tiene un historial más confuso: higienista dental, modelo, cantante, presentadora de radio o capellana son algunas de las dedicaciones que se le han conocido. El currículum variado de Anna Lesley Smith tiene que ver con una vida convertida en una montaña rusa en la que ha vivido como una reina y como una mendiga. «He sido rica y he sido pobre, y otra vez rica y otra vez pobre«, contó en una entrevista en 2017 a al diario local californiano 'Modesto Bee'.
Sus orígenes son misteriosos. No se conoce a ciencia cierta dónde nació y se crió, cuál es el origen de su familia o qué tipo de vida tuvo durante su infancia y su juventud. El primer dato de su biografía la coloca en la Universidad Estatal de Idaho, en la América profunda. Tras graduarse, a finales de la década de 1970, se puso a trabajar como higienista dental, un trabajo modesto.
Un exmarido millonario
Poco se supo de Lesley de forma pública hasta que apareció en California, como pareja de John B. Huntington, un abogado millonario gracias a la fortuna que hicieron sus antepasados como pioneros del ferrocarril en la costa Oeste.
Con Huntington vivió en la gloria y en el infierno. Su marido formaba parte de la élite de San Francisco. Era miembro de sus clubes más prestigiosos –el Pacific Union, el Bohemian- y sirvió como consejero de instituciones como la Comisión de Arte de California o el Ballet de San Francisco. Tenía una mansión en Tiburón, una comunidad privilegiada en la Bahía de San Francisco y una finca de recreo en Lake Tahoe, uno de los paraísos de la naturaleza y del esquí. En el garaje, nueve coches. Y Lesley gozaba de todos los lujos que pudiera desear. «Durante el día mi vida era tan divertida», recordó la mujer en una entrevista con la cadena Christian Broadcast Network. «Me gastaba fácilmente 65.000 dólares al mes en ropa. El dinero no era un problema«.
Con su segundo marido, el millonario John B. Huntington, vivió una vida de lujo, pero también de abusos
Lesley aseguró que vivía «casi como la realeza», con un marido que la cubría de regalos. Pero el cuento de hadas –paseos a caballo, actividades filantrópicas, trabajos ocasionales como modelo para grandes firmas– se rompía por la noche. «Cuando John se ponía a beber, se convertía en alguien diferente», recordó. «Me dejaba fuera de casa. Abusó de mí física, mental y emocionalmente».
El matrimonio se acabó y, con él, el dinero. Smith libró una batalla legal larga y agria con Huntington, pero no consiguió gran cosa. La idea de volver a trabajar como higienista dental le horrorizaba. Dijo que tuvo que pedir ayudas sociales. «Quería suicidarme, todo iba mal en mi vida», aseguró. Intentó otras dedicaciones –relaciones públicas en una bodega, colaboradora en prensa– y conseguir trabajos de modelo.
Muy creyente
Nada le satisfizo hasta que encontró su llamada espiritual. «El Señor me dio sed y hambre de Él y sustituí las cosas del mundo por las Sagradas Escrituras», contó en la entrevista. Entre otras actividades, trabajó como capellana voluntaria para el Departamento de Policía de San Francisco.
En esa dedicación fue cuando conoció a su segundo marido, Chester Smith, un exitoso cantante de música 'country' convertido en todavía más exitoso ejecutivo de medios. Smith, también muy creyente, formó un pequeño imperio televisivo y estuvo entre quienes impulsaron la televisión en español en EE.UU. con la fundación de Univision.
Ella y Murdoch se conocieron en una fiesta en Moraga, la finca de viñedos que él tiene en Bel Air
Chester Smith falleció en 2008 y la ahora prometida de Murdoch se retiró en su rancho. Desde entonces, ha llevado una vida tranquila, pero sin dejar la luz pública gracias a su programa semanal en una cadena de radio conservadora.
Ella y Murdoch se conocieron en una fiesta en Moraga, la finca de viñedos que él tiene en Bel Air. «Para los dos ha sido un regalo De Dios», ha dicho Lesley a 'The New York Post' sobre su matrimonio con Murdoch, con el que entre ambos sumarán ocho bodas.
«Estaba muy nervioso. Tenía terror a enamorarme«, ha relatado Murdoch al mismo periódico, que es de su propiedad. »Sabía que esta sería la última vez. Debería serlo«. Murdoch sabe –todo el mundo sabe– que eso depende de los años que le queden por vivir.
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