Andrew Tate, el enemigo de Greta Thunberg detenido en Rumanía por trata gracias a una pizza

Tate, a quien Elon Musk había devuelto la cuenta en noviembre, completaba los caracteres del tuit describiendo los modelos que forman su colección privada: un Bugatti de 8 litros de cilindrada y dos Ferrari de competición de 6,5. Y entonces lanzaba el dardo de CO2: «Es solo el comienzo. Por favor, pásame tu dirección de correo para que pueda enviarte la lista completa de mi colección de coches y sus respectivas enormes emisiones». Adjuntaba una foto en la que ataviado con una cazadora de piel de serpiente echaba combustible a su flamante Bugatti naranja metalizado.

Ante quien presume de ser un gran contaminador, el cabreo de un ecologista puede alcanzar dimensiones bíblicas. Y, en este caso, la aludida era la activista medioambiental más famosa del mundo, que respondió con una dirección falsa de correo en la que se mofaba de Tate: «Sí, por favor, ilumíname. Mándame un correo electrónico a 'energíadepenepequeño@búscateunavida.com'».

El cruce de mensajes hirientes continuó, pero las redes se han decantado por la sueca, cuyo tuit se ha compartido casi 600.000 veces. El final del culebrón, sin embargo, no ha podido ser más rocambolesco. Tanto, que ha acabado con una detención policial en Rumanía.

El exboxeador, visiblemente tocado por los comentarios de Thunberg, volvía a la carga con un vídeo en el que se le ve con un batín y fumandose un puro pues, dice, se esfuerza en «liberar el mayor número de gases de efecto invernadero posible». Entre otras lindezas, le dice a la joven de 19 años que «es una esclava del Matrix medioambiental» y tilda el activismo climático de «un intento para cobrar impuestos que nos lleva a la pobreza y todo para evitar que el sol caliente».

Sobre la pulla del correo falso, hace una broma sobre el sexo de Thunberg razonando que, al fin y al cabo, el correo podría describir a su dueña. A continuación, el polémico 'influencer' le pedía a alguien tras la cámara que le trajera una pizza: «Asegúrate de que el cartón de la caja no haya sido reciclado». Pero la broma le ha salido muy cara a Andrew Tate.

A última hora del jueves, el periódico británico 'The Guardian' alertaba de que Tate había sido detenido en Rumanía en una investigación por tráfico de personas, violación y organización de grupo criminal. El estadounidense fue detenido junto a su hermano y otros dos sospechosos, acusados de formar parte de un grupo delictivo organizado en el que reclutaban a mujeres y grababan contenido pornográfico con el que se enriquecían.

La caja de pizza de cartón no reciclado les delató. En ella figuraba el nombre de la cadena Jerry's Pizza, que sirvió a la Policía para enterarse de que Tate se hallaba en la villa que tiene en propiedad en la ciudad rumana de Voluntari. Después de descubrir que había sido detenido, Thunberg ha querido tener la última palabra: «Eso es lo que pasa cuando no reciclas la caja de la pizza».