Alejandra Rubio, cazada fumando en dos ocasiones distintas estando embarazada de tres meses

Alejandra Rubio y Carlo Costanzia dieron el miércoles una jugosa exclusiva para '¡Hola!' en la que confirmaron que esperan un niño para diciembre cuando apenas llevan cinco meses de relación. Todo un bombazo.

Para celebrar el estado de buena esperanza –y la exclusiva- han decidido marcharse a Formentera para disfrutar de unas pequeñas vacaciones y relajarse después de toda la tensión acumulada. Ambos fueron cazados en Formentera, donde disfrutaron de una jornada marinera a bordo de un catamarán de 110 metros cuadrados, cuatro camarotes y un solarium. Han alquilado la embarcación por 12.000 euros la semana para descansar y practicar deportes acuáticos.

Alejandra Rubio decidió quedarse en cubierta, dado su estado, pero muchos de los seguidores de la pareja advirtieron un pequeño detalle: está fumando. Las reacciones por parte de los usuarios en redes sociales no se hicieron esperar y muchos criticaron la imprudencia de la colaboradora televisiva.

«Es súper peligroso para el bebé», era una de las reacciones. «¿Ha demostrado alguna vez madurez, sensatez o algo parecido? Es un prototipo de niñata en todos sus aspectos», añadía otro internauta. «Entiendo que el tabaco es una adicción, pero me da que está chica ni lo ha intentado», resumía otro.

Sin embargo, no es la primera vez que Alejandra Rubio muestra su adicción al tabaco a pesar de estar embarazada y hace solo tres días también fue cazada fumando, esta vez en el funeral de María Teresa Campos, solo que entonces no se conocía que estaba embarazada. Por lo tanto, no es una cosa puntual. Por cierto, al acto no acudió Carlo Costanzia.

El caso es que vive en un entorno en el que tampoco parece propicio abandonar el nocivo hábito, pues su madre, Terelu Campos, acaba de regresar al trabajo tras varias semanas sin poder hablar por una enfermedad que padece, un edema de Reinke, que ataca las cuerdas vocales y que genera inflamaciones crónicas debidas al consumo excesivo de tabaco, entre otras causas. Terelu intentó dejarlo tras pasar por el hospital por una fuerte neumonía hace unos meses, pero sigue fumando.

Según señala el Ministerio de Sanidad, al fumar inhalas nicotina, alquitrán, monóxido de carbono y otras 5.300 sustancias químicas, muchas tóxicas, todas esas sustancias pasan de tus pulmones a tu sangre y desde allí le llegarán directamente al feto del niño, disminuyendo notablemente la cantidad de oxígeno que le aportas. «Todo ello pone en riesgo vuestra salud y afecta a su crecimiento y desarrollo», explica el ministerio español.

Según añade, «está demostrado que las mujeres que fuman durante el embarazo tienen más probabilidades de serias complicaciones, como sangrado, aborto espontáneo, muerte fetal y parto prematuro». El monóxido de carbono del tabaco impide la llegada de suficiente oxígeno al feto, esto causa daños en sus tejidos, especialmente en los pulmones y en el cerebro.

Fumar durante el embarazo implica numerosos riesgos para el recién nacido, como defectos congénitos, bajo peso al nacer o incluso muerte súbita del lactante. «Además, al nacer, el bebé puede tener síntomas de la abstinencia de la nicotina, lo que puede hacer que sea más nervioso o irritable», resume.