La pandemia destapa el TOC que padecen algunos menores

Estos niños sufren mucho porque luchan con todas sus fuerzas por no reiterar una acción o por borrar un pensamiento obsesivo de su mente

Este trastorno comienza a ser visible entre los 7 a 12 años

01/02/2021
Actualizado a las 05:49h.

Desde muy pequeños, los niños pueden desarrollar manías porque es normal tener algún tipo de conducta o pensamiento repetitivo. El problema es cuando este comportamiento se repite demasiadas veces y crea malestar en quien lo lleva a cabo porque es muy probable que ... ya no se trate de una manía, sino de un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). «Se habla de un TOC cuando alguien no es capaz de resistirse a no hacer una determinada acción (compulsión) o borrar de su mente un pensamiento recurrente (obsesión). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TOC es una de las veinte primeras enfermedades discapacitantes y una de las cinco enfermedades mentales más comunes», matiza Yasmina García Lorenzo , psicóloga sanitaria.

La situación provocada por la pandemia «ha hecho que aumente el número de casos entre niños fundamentalmente de 7 a 12 años. Necesitan lavarse las manos muy repetidamente hasta incluso dañárselas por la frecuencia de los lavados, desinfectarse con el gel de forma incontrolada, se obsesionan con no tocar barandillas u objetos que puedan contagiarles, con pensamientos sobre la muerte, enfermedades... Pero también realizan otro tipo de acciones como atarse y desatarse los zapatos varias veces , tocar los marcos de las puertas antes de entrar en una habitación, encender la luz y apagarla repetidamente antes de salir de casa... «La angustia y el estrés generado por el Covid-19 y el hecho de que hayan estado confinados largas temporadas en casa, ha permitido que los padres se percaten de este tipo de comportamientos en sus hijos».

Es contraproducente decirle "¡no lo hagas!", "¡Deja de hacer eso!". El niño no sabe resolverlo por él mismo.

Los niños que padecen este tipo de trastornos sufren mucho porque luchan con todas sus fuerzas por no reiterar una acción o por borrar un pensamiento obsesivo de su mente. «El TOC provoca mucha angustia y ellos mismos no entienden lo que les está pasando , porqué lo hacen. Lo pasan muy mal».

Por ello, esta psicóloga recomienda a los padres que no regañen a su hijo por este comportamiento. «Es contraproducente decirle "¡no lo hagas!", "¡Deja de hacer eso!". El niño no sabe resolverlo por él mismo. Es incapaz de dejar de repetir todas estas conductas que sabe que son irracionales. Esto motiva que se muestre nervioso, irritable, hostil... Produce mucho agotamiento emocional . Lo que más le puede ayudar es que de forma calmada se le pregunte "¿por qué lo haces?" para entablar con él una conversación y que pueda expresarse y sepa que los padres le comprender y pueden buscar ayuda para solucionar el problema».

Recomienda acudir, en primer lugar, a un psicólogo «que lo más probable es que lleve a cabo una terapia cognitivo-conductual para provocar un cambio de pensamiento en el niño —trabajando sobre sus preocupaciones y miedos— y sea capaz de eliminar o controlar sus rituales. « No es un proceso inmediato de solucionar . Dependiendo de la intensidad y frecuencia en el tiempo de estos comportamientos y de la edad del niño, se puede tardar entre 3 meses o un año es lograr resultados. No obstante, —advierte Yasmina García Lorenzo— si el problema se agudiza en ocasiones se aconseja medicación».