Mujer y teletrabajo: existe una fórmula para lograr conciliar y rendir pospandemia

Sin embargo, según Agustín Peralt, doctor en Administracion y Direccion de Empresas, MBA por ESADE, mentor de directivos, profesor universitario y conferenciante, autor del libro «Lidérate» , «todos tenemos las mismas horas al día y la clave está en dominar una serie de técnicas, hábitos, pequeños trucos y una buena planificación». Para ello Peralt considera importante recordar que la conciliación del siglo XXI pospandemia «no está relacionada con acabar de trabajar a las cinco de la tarde, o reducir la jornada laboral, sino con lograr un mayor control sobre el trabajo, el estrés y el disfrute de la vida personal ».

Peralt reconoce, porque así lo ha visto en sus clientas, «que es más complicado para ellas. Muchas lideran a todos los niveles, menos el tiempo para ellas. Casi siempre tienen un protagonismo superior al marido en las circunstancias personales, y algunas incluso están metidas en asociaciones sin ánimo de lucro aportando a la sociedad pero luego no tienen tiempo para ellas». Pero si uno mismo no se cuida, sin duda, «son situaciones que llevan a "burnouts" (quemes) progresivos con total seguridad», advierte.

Sin embargo, es posible mejorar la gestión del tiempo e incrementar la eficacia del teletrabajo:

Pregúntate qué estás haciendo mal. «Teletrabajar es un proyecto en sí mismo que requiere de un ritual semanal. Debemos coger papel y lápiz y preguntarnos: ¿qué me ha ido mal y bien esta semana? Quizás se trate de que la mujer haya cogido un mayor rol en cuanto a ocuparse de la casa y los hijos. Esto tiene que negociarse con la pareja. Es evidente que la situación está siendo complicada y las mujeres tienen una tendencia natural al cuidado de los demás».

Pero la pareja , recuerda Peralt, « no es un enemigo, es un aliado con el que hay que decidir cómo nos dividimos en estas situaciones que ocurren». Un error muy común, explica este experto, «querer buscar soluciones a temas que no se hablan mucho. Si no estás sola y tienes pareja, habla con ella y construye soluciones compartidas».

Cambia de actitud. «Hay que tener un poco de paciencia. Estamos viviendo la peor circunstancia de trabajo en remoto que pueda haber. Ha sido todo muy rápido y no hemos podido tirar de la parte que más nos protege (entiéndase colegios, guarderías), pero es evidente que mirando a largo plazo, el poder combinar el modelo mixto/trabajo en remoto y presencial va a tener infinidad de ventajas para todos. Ahora para cualquier mujer directiva o profesional que tenga una circunstancia personal se va a poder organizar el horario con una mayor flexibilidad», apunta Peralt. «Las organizaciones están dispuestas a ello y saben que esto es una ventaja», añade.

Habla de manera abierta con tu responsable de las circunstancias personales que tienes . «Si, por ejemplo, si está tu hijo en casa confinado y se tienes que conectar en remoto. ¿Crees que tu jefe no va a entender esto? Vas a tener buena respuesta, las organizaciones lo entienden». « Los CEOS de la mayoría de organizaciones saben que lo que no puede ser es que las personas están descontentas, porque la productividad y el compromiso se ven afectados. A plantillas comprometidas, plantillas productivas».

El presencialismo pierde puntos. «¿Alguien cree que una persona en presencialismo no puede hacer la gana igual? Hay que crear modelos de dirección donde se valore los resultados y el cumplimiento de objetivos y bajo esa premisa a ti te da igual si tu empleado está delante de ti o no. Es evidente que las organizaciones que no evolucionen alineadas con las necesidades de los directivos y profesionales se quedarán sin talento, porque otras organizaciones van a saber leer esto y se van a llevar a sus equipos de trabajo».

Peralt es un firme convencido de que se puede ser alto directivo o profesional y conciliar perfectamente, pero el coste es que hay que modificar la forma de trabajar de siempre y aprender a trabajar de una forma más inteligente con una serie de rutinas, hábitos de mejora que te permitan ser efectivo y productivo.

Esta es, según este directivo, los puntos que hay que cambiar para tener una metodología que asegure nuestra productividad .

1) No gestionamos tiempo, gestionamos energía. Y las personas tenemos que tener siempre los sistemas de energía elevados, porque esto va a posiblitar y facilitar nuestra capacidad de trabajo diaria. Si falla la energía, las horas van a ser de poca calidad.

2) No nos falta tiempo, nos sobran distracciones. «Si analizamos cómo perdemos el tiempo de manera inconsciente, es brutal».

3) No tenemos técnica de priorización. «No sabemos cómo lograr identificar dentro de nuestros trabajos qué es lo más prioritario».

4) Hemos perdido la capacidad de trabajar con atención plena. «Cada dos minutos y medio nos interrumpimos via whatsapp, mail o zoom o lo que sea».

5) No tenemos que tener una agenda que nos lleve de manera automática a lo prioritario. «Para lograro, eres tú quien tiene que montar tu agenda así y no al revés. ¿Qué solemos hacer? Aceptar todo lo que nos llega sin valorar si es importante o no. No hay que decir que no, simplemente das alternativas, alineadas con tu tiempo y tu planificación».