Los graves errores que cometes con tu mascarilla al llegar a casa

Según Alain Uceda , director de comunicación de lamasQ , empresa española distribuidora de mascarillas, no se puede dejar en cualquier parte de nuestro hogar . «Apoyarla en una superficie sin saber quién ha tocado ahí, si está completamente limpia, si alguien ha dejado con anterioridad otra mascarilla... puede hacer que la se nuestra se contamine. Hay que evitar, además, dejarlas todas juntas, la de los padres, los hijos... Se suele hacer para que estén todas controladas en el mismo sitio, generalmente al lado de la puerta para que no se nos olvide al salir, pero es un error. Nunca se deben juntar con las de otras personas aunque sean de nuestra propia familia porque favorece la contaminación de unas a otras y que cuando vayamos a cogerlas nos pongamos la de otra persona si no se le ha puesto el nombre».

Explica que tampoco se debe apoyar por la parte intern a, que es por la que respiramos, y por la que es más fácil que el virus entre al estar en contacto con nuestra boca o nariz con mayor facilidad. «Es mucho más seguro quitársela por las gomas que sujetan la mascarilla a las orejas, doblarla por la parte externa y meterla en una bolsa, saquito, estuche, sobre de papel o caja transpirable, pero nunca meterlo en algo hermético que pueda generar un cultivo del virus. Lo mejor, en cualquier caso es colocarla en algún sitio de la casa de poco tránsito».

«La mascarilla —añade Alberto Cantero , CEO de Gamma Health Solutions — es una herramienta más de protección contra el virus, y como cualquier herramienta es necesario saber utilizarla. De lo contrario puede ser peligrosa para nuestra propia seguridad. Es necesario cerciorarse siempre de su manejo con cuidado y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Debemos proteger en todo momento —insiste— la parte interna de la mascarilla de cualquier contacto que pueda o haya podido estar expuesto al virus, ya sean superficies o el propio contacto con nuestras manos. Lo mejor para ser precavidos es utilizar fundas o bolsitas para guardar la mascarilla que estén fabricadas con materiales y telas antibacterianas».

Betsaida Ajtujal , médico de familia de Blua de Sanitas , matiza que en el caso de las mascarillas reutilizables, «lo primero que hay que hacer al llegar a casa es lavarse las manos y tras quitársela por las gomas, se debe lavar inmediatamente según indicaciones del fabricante» En el caso de ser no reutilizable, al llegar a casa hay que lavarse las manos y tras quitársela por las gomas se desecha en un contenedor con tapa.

«En el caso de ser reutilizable —prosigue Ajtujal—, hay que asegurarse de que la mascarilla toca siempre el mismo lado (o bien por el lado interno en contacto con nuestra nariz, o el externo) del sobre de papel, bolsita de tela o estuche porque si no prestamos atención a este detalle también podemos contaminarla. Se puede marcar el sobre para saber de que lado iría. Lo que nunca es aconsejable es meterla en un estuche de plástico o de vidrio , ya que favorecen el sobrecrecimiento de gérmenes. Posteriormente, cuando finalicen las horas de uso de esta mascarilla y se proceda a tirarla a la basura, hay que deshacerse también del sobre o bolsa que la contenía y utilizar uno nuevo para evitar que la nueva mascarilla se contamine de la anterior».

En opinión de Vicente Soriano , profesor especialista en enfermedades infecciosas del Área de Ciencias de la Salud de UNIR , es muy acertado dejar siempre la mascarilla en el mismo lugar, «por ejemplo, en un cajón de recibidor en la entrada de la casa. Cada miembro de la familia puede dejarla en un cajón distinto y así se evita que estén juntas y que se nos puedan olvidar cada vez que se salga a la calle». El lavado frecuente de las mascarillas reutilizables también lo considera muy importante para evitar el coronavirus, «y otro tipo de bacterias que proliferan con el calor y que son perjudiciales para la salud, sobre todo de las personas mayores».

Si llega una visita, el especialista de la UNIR recomienda que se ventile bien la casa abriendo las ventanas y que se les invite a guardarse la mascarilla en su propio bolso o bolsillo, o bien a colocarla sobre una mesita en la entrada de la casa y que no se toque hasta que se marche».

Utilizar algún tipo de bolsita de tela o sobre de papel es también una solución muy aconsejable cuando se sale a la calle y, por ejemplo, la persona se sienta en una terraza o restaurante. «Es muy común —prosigue Alain Uceda— dejar la mascarilla encima del mantel, en un lado de la silla con el pertinente riesgo de que se contamine. Las mujeres, sobre todo, tienden a ponerlas en su bolso , en contacto con las gafas, el pintalabios, el móvil, las llaves... lo que es un grave error. Es por ello muy recomendable que lleven una bolsita para guardarla y evitar que toque el resto de objetos del bolso».