Diez beneficios que aporta a los padres el juego con sus hijos

Jugando se descubre cómo se es verdaderamente, mostrando el «yo» más amable. Los pequeños permiten desconectar por unos momentos de las obligaciones, liberar tensiones y estrés. Pero, aún hay algo que puede sorprender más; y es que ellos también dan lecciones de vida cuando buceas en su mundo. Los hijos dan respuestas para desarrollar su propia creatividad, ya que ofrecen ver la vida de manera diferente , esto permitirá afrontar los problemas desde otras perspectivas.

Por ello, la psicóloga ha elaborado un decálogo para que los progenitores entiendan lo importante y beneficioso que es para ellos jugar con sus hijos.

1. Generar momentos mágicos que recordar siempre .

Los grandes recuerdos se basan es esos pequeños momentos que no tendríamos que pasar por alto. Tendríamos que aprender a valorarlos, ya que están cargados de gestos y de significados. Para ti también puede ser el mejor momento del mundo. Tu hijo tendrá muy buenos recuerdos tuyos, y tú de él.

2. Ser un gran conocedor de tu hijo .

Es importante tener en cuenta que, a ciertas edades, sobre todo cuando tus hijos son muy pequeños, la relación con ellos se basa en los momentos de juego compartidos. Es ahí realmente donde podrás conocerlo a fondo y observar sus logros y progresos. Esta experiencia te aportará un gran conocimiento para ejercer como madre o padre, así como la tremenda satisfacción de verlo crecer y disfrutar orgulloso/a de su evolución.

3. Descubrir cómo es realmente .

Déjate llevar, suéltate, baja la guardia, olvida la vergüenza y obsérvate a ti mismo y de que eres capaz de hacer y de decir. Jugando, puedes ser lo que quieras ser, así despertarás al niño que hay en ti y descubrirás muchas facetas tuyas ya olvidadas, que seguramente te alegrará enormemente redescubrir.

4. Aprender a ser más flexible .

Empaparte de su visión te permitirá enfrentarte a tus propios dilemas morales y a considerar que lo imposible, también es posible. Ello contribuirá a desarrollar tu empatía y a tener un pensamiento más flexible acerca de algunos aspectos de la vida que podrían limitar tu visión del mundo y de las personas.

5. Mejorar la armonía familiar .

Disfrutar de un tiempo de juego con tus hijos es el ingrediente perfecto para contrarrestar algunas situaciones difíciles que se dan en el día a día. Estableceréis una relación más amable que suavizará las posibles tensiones familiares, sin desdibujar por ello tu autoridad.

6. Tener la mejor arma contra el estrés .

Disfruta del presente y céntrate en la experiencia satisfactoria que te proporcionará jugar con tus hijos. Proponte silenciar cualquier dispositivo electrónico que te conecte con tus compromisos y obligaciones, relájate y ponte en «fase on» para disfrutar. Trata de apartar tus pensamientos de las tareas pendientes o de lo que deberías hacer, será un magnífico ejercicio de autocontrol para liberarte del peso de las responsabilidades.

7. Mejorar el dominio de las emociones .

Los niños van a otro ritmo en la vida, muy diferente al nuestro. En algunas ocasiones, es más lento porque tienen muchas cosas aún por descubrir y requieren de más tiempo a la hora de realizar sus rutinas diarias. En otras, se muestran más impulsivos e inquietos, dejándose llevar por lo que sienten en cada momento. Jugar con ellos te permite entrenar tu paciencia en un ambiente positivo, donde no hay prisas, y adaptarte por unos momentos a su mundo infantil.

8. Contagiar de energía y vit alidad.

Compartir los momentos de juego con nuestros hijos no solo nos aporta una sensación de placer, sino que nos contagiamos de su inmensa alegría y nos impregnamos de su energía y vitalidad. «Esta dosis» de energía posiblemente no la vayas a vivir de manera tan intensa en otras etapas de la vida. «¡Siéntete vivo y feliz jugando!».

9. Abrir la mente .

Jugar con tus hijos te permite abrirte a otro universo tremendamente más imaginativo, que puede acercarte a otras realidades, ayudándote a generar nuevas ideas. Su lógica, más creativa, te puede ayudar a resolver tus problemas cotidianos y, por qué no, los laborales.

10. Mostrar la mejor versión .

Nuestro ritmo de vida condiciona la manera en la que vivimos. Muchas veces no nos planteamos hasta que punto vivimos tan deprisa que dejamos de hacer lo que realmente deseamos. Nos dejamos llevar por una inercia, que ni si quiera a veces elegimos, o ya no nos satisface. Tus hijos te dan la oportunidad de vivir intensamente momentos de felicidad, y ellos te ayudarán a sacar lo mejor de ti cuando jugáis juntos. Te percibirán relajado/a, sonriente. Lo más probable, es que cuando juguéis juntos, tú mostrarás la mejor versión de ti mismo.