«Hay que comunicar a los hijos de forma que refuerce su autoestima, sin anticipar el fracaso»

El encuentro digital se ha dividido en tres bloques temáticos y ha contado con Constantino Mediavilla, presidente de Madridiario y Diario Crítico, como moderador.

En el primer bloque, «Comunicación con niños: la importancia de saber escuchar» , los ponentes han debatido sobre la importancia de saber escuchar a los niños, evitando imponer normas en casa sin haber establecido previamente una correcta comunicación entre padres e hijos. En este sentido, Laura Rojas Marcos, doctora en Psicología Clínica y de la Salud, ha señalado: « Hemos de utilizar estilos de comunicación que refuercen su autoestima , sin anticipar el fracaso y, sobre todo, haciéndoles entender que los errores forman parte de la vida, y que los cambios existen para mejorar».

Por su parte, Sophie Álvarez-Vieitez, psicóloga y subdirectora de RECURRA GINSO, ha incidido en que los padres deben esforzarse por encontrar el momento adecuado para prestar atención a sus hijos, mostrando verdadero interés por sus actividades, gustos y preocupaciones. «Nosotros, los adultos, debemos enseñarles también a comunicarse de manera emocional, y para ello es necesario contar; contar lo que nos pasa, contar cómo nos sentimos, con frases como "Hoy he tenido un mal día" o "Estoy triste porque he discutido con un amigo". Así, los niños aprenderán a identificar sus emociones y exteriorizarlas », ha explicado Álvarez-Vieitez.

El segundo bloque, «Comunicación con adolescentes: una nueva etapa», ha tratado la comunicación como principal aliada en la detección de posibles conflictos en los adolescentes, así como algunas recomendaciones para hacerles frente con éxito, sobre todo en el trato con menores infractores.

Miriam Pintado, psicóloga técnico en el Área de Estudios, Programas y Formación de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI) de la Comunidad de Madrid, ha puntualizado: «Si bien es cierto que el menor es el protagonista de la comisión de una conducta infractora, desde la ARRMI entendemos como necesaria la inclusión de la familia del menor en el abordaje educativo, social y terapéutico como agente presente y activo durante el cumplimiento de la medida judicial, debido al importante papel que juega en los procesos de desarrollo del menor».

Por su parte, Javier Urra, doctor en Psicología Clínica y director de la Clínica RECURRA GINSO , ha resaltado la relevancia de que los padres enseñen a sus hijos a enfrentar los problemas rutinarios con ternura, sentido del humor y, sobre todo, haciendo al adolescente responsable de sus propios actos. «Hay que transmitirles el amor que sentimos hacia ellos, decirles ‘te quiero’. ¿Significa eso que no habrá conflicto? No, en absoluto. Que te diga que te quiero no significa que no te sancione. Hay que gustar del aprendizaje, del descubrimiento, de la curiosidad mutua », ha expresado el doctor Urra.

En el tercer y último bloque «Comunicación con los hijos en el siglo XXI: “hacer lo posible” o “hacerlo posible”» , Fernando Chacón, decano-presidente del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, y Jesús Sánchez Martos, catedrático de Educación para la Salud de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y ex consejero de Sanidad, han debatido sobre cómo los padres, en pleno siglo XXI y con el auge de la tecnología, pueden comunicarse con sus hijos de manera fluida sin relegar el papel de «padres» por el de «amigos».

« Comunicar no es solamente hablar. A veces nos piden estar solos, pero tener la conciencia de que sus padres están a su lado , aunque sea haciendo cosas diferentes, es fundamental. A través de nuestra presencia les comunicamos un afecto que no tiene por qué ser verbal», ha subrayado Chacón.

En este sentido, el catedrático Sánchez Martos, ha concluido el debate añadiendo que tal vez los padres y sus hijos hablan el mismo idioma, pero no el mismo lenguaje. «Hay que pedirles permiso para no invadir su intimidad y, a su vez, incluirles en esa relación que ha de ser bidireccional: "Yo recibo, pero también te doy" , haciéndoles partícipes de su día a día y, por supuesto, implicándose también en el suyo, interesándose por cómo les va en el colegio y, por qué no, también en la universidad».