A tres de cada 10 mujeres le duele más su regla en invierno

El informe, realizado a 5.083 mujeres de entre 18 y 45 años en el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España e Italia, permite conocer qué tipo de cambios experimentan las mujeres durante el invierno y cuántas de ellas hablan de problemas de salud íntima.

Según los resultados, a nivel nacional, el invierno y el frío podrían afectar al ciclo menstrual; así lo afirman 3 de cada 10 mujeres encuestadas al considerar que su menstruación es más dolorosa. Otros problemas que pueden acompañar a esta alteración del ciclo son la irregularidad o cambios en la duración de la regla.

La menstruación trae consigo diversos síntomas. El estudio muestra que el 67% de las mujeres sufre hinchazón y gases, mientras que el 39% asegura padecer ansiedad y migrañas. Por otra parte, existen síntomas menos comunes como la diarrea, la piel sensible o el dolor rectal que también aparecen como consecuencia.

Ahora bien, ¿cómo es posible que el cambio de estación pueda tener un efecto tan determinante sobre la salud íntima femenina? De acuerdo con un estudio publicado en 2010, la luz solar sería el motivo principal. Una exposición reducida a la luz del sol se traduce directamente en una producción menor de la hormona foliculoestimulante (FSH) y hormonas tiroideas, lo que lleva a una ralentización del metabolismo y ciclos menstruales atípicos.

En cuanto a si las mujeres comparten o expresan los síntomas que experimentan en su ciclo, el 5% de las encuestadas afirma no haber hablado de ello con nadie. Y cuando esta situación se da, el 56% ha preferido tener estas conversaciones con amigas, el 65% con su pareja y el 47% con sus padres. Únicamente el 43% ha decidido compartir estos cambios con su médico.

Los problemas de salud íntima no sólo tienen que ver con la menstruación. Las mujeres se enfrentan a muchos problemas y afecciones, siendo el más común el debilitamiento del suelo pélvico. Pero, al tratarse de otro tabú, la mayoría de las mujeres desconocen cómo fortalecer estos músculos.

4 de cada 10 mujeres españolas no ejercitan con frecuencia esta parte del cuerpo, lo que suele ocasionar un debilitamiento agudo del suelo pélvico. Esto, como consecuencia, tiene un efecto muy común entre las mujeres: la incontinencia, lo que significa que sufren pérdidas de orina en acciones cotidianas como reír, toser, estornudar o levantar peso. La mayoría ignora que se trata de un síntoma de disfunción del suelo pélvico y que los músculos del suelo pélvico pueden entrenarse con los ejercicios adecuados.

Sean cuales sean los problemas de salud de las mujeres, deben saber que pueden y deben hablar de ellos con amigos, familiares y, lo que es más importante, con un médico. Los expertos médicos pueden educar a las pacientes sobre las opciones de tratamiento y ayudarlas de la mejor forma posible. Si el debilitamiento del suelo pélvico es la causa de la disfunción, lo mejor sería acudir a un ginecólogo o a un fisioterapeuta especializado que pueda crear un plan de ejercicios adaptado para cada persona.