El SOS de una madre con cáncer víctima del colapso sanitario: «Hay un problema grave de incivismo»

Esta mujer catalana de 47 años, madre de una adolescente de 16, comenzó a sentir náuseas al principio del confinamiento , acompañadas de vómitos, pérdida de peso... «Parecía algo digestivo, así que me pidieron pruebas y las cancelaron en junio. Mi médico de cabecera las volvió a solicitar porque no mejoraba, y pide también una ecografía. Como en septiembre aún no me las habían hecho, reclamé en el hospital y me dijeron que solo estaban atendiendo peticiones urgentes y la mía era preferente », explica por teléfono a ABC.

Los síntomas no remitían y la angustia crecía. En octubre, dejó de comer. «Nunca me he encontrado tan mal, y yo soy muy activa, así que decidí ir a la privada para que me hicieran la ecografía que había pedido mi médico y un TAC con contraste. Me diagnosticaron un Bosniak en fase cuatro, un cáncer de riñón », relata Lerma. «Cuando llevé las pruebas a mi médico de cabecera voló, no puedo estarle más agradecida. Ella siempre hizo todo lo posible, sumando derivaciones, pero si están saturados no atienden. En el hospital me confirmaron el diagnóstico y el especialista me dijo que con la pandemia y las vacaciones sería complicado operarme antes de final de año, y se programó la intervención para el 20 de enero. Pero claro, ves las noticias, ya no las reuniones familiares, sino toda esa gente que hace macrofiestas y se lucran de ello y temes que el coronavirus se propague como si fuera fuego y pospongan tu intervención. Y yo para mi intervención necesito una cama UCI, que cada vez están más llenas. Y acabé explotando por el incivismo de la gente. Escribí un tuit indignada, pero era lo que sentía. Y ha tenido una repercusión que no me esperaba», añade.

Contarle las malas noticias a su hija Gala , de 16 años, no fue nada fácil. «Es una edad complicada, aunque es muy madura, muy buena estudiante, y está muy concienciada con el tema de los contagios. No sé cómo se lo conté sin llorar. Le dije que me curaría, que había esperanza y que tuviera paciencia, porque necesitaría su ayuda. Ella, tras un día entero en silencio, me dijo que estaba enfadada con el mundo porque no era justo. Su tutora habló con todo el equipo y la han apoyado mucho », plantea Lerma, que este martes ha recibido la mejor noticia posible: su intervención se adelanta a este miércoles. Después, quizás llegue la inmunoterapia. Y tendrá que hacerse controles periódicos. Pero esa es la siguiente batalla.

Ella, reconoce, es una afortunada porque pudo pagarse las pruebas en la sanidad privada . «Pero para el que no puede es un auténtico drama», subraya Lerma, indignada por las imprudencias que no deja de ver estos días. «En este país tenemos un problema gravísimo de incivismo y hay que intervenir, porque genera muchos dramas. Hay personas sensibles que empatizan con esta situación, pero los que van a fiestas ilegales no se dan cuenta, y seguirán haciendo lo mismo, porque no pasa nada. Como mucho les ponen una multa que ni pagan porque se declaran insolventes», lamenta.

«Sabía que no era la única en esta situación, pero a raíz de mi tuit me han escrito muchas personas, algunos en fase de biopsia, otros con un aneurisma a la espera de intervención.... Y te das cuenta de la magnitud del drama. Ojalá esto sirva para desencallar un poco la situación y que los gobernantes se den cuenta». admite. Y el problema, reconoce, no son los médicos, que pese a estar «explotadísimos y saturados», atienden a los pacientes con «un cariño y una humanidad que es de agradecer». A ella, le llamaban incluso a las 22.00 horas, tras acabar su turno, para ver qué tal estaban. «Teníamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo pero nos lo vamos a cargar, y no va a ser por dejadez de los médicos. Yo me dirijo al gobierno catalán porque somos los que más recortes hemos sufrido en Sanidad y ahora estamos pagando las consecuencias de estos medios que tanto necesitamos. Yo necesito que me quiten un riñón, no una agencia espacial catalana», reivindica.