Las siete magníficas: «Mayores, activas y poderosas»

Cada semana suben dos pisos sin ascensor , con muletas incluidas, y se ponen, como hoy, delante del micrófono para hacer ‘Con Mayor Voz’ , su programa de radio , donde improvisar es la norma no la excepción. Como ellas declaran, son un grupo de feministas a las que les gusta envejecer con locura, y van sin guion, pero con lengua afilada. Solo su nieta adoptiva y mentora Lucía Callén , es capaz de leerles el pensamiento y poner orden al caos.

Manuela Gómez llegó a Madrid viuda y con tres hijos. Desempeñó distintos empleos y estuvo trabajando en el Museo del Prado. También está el caso de Julia de la Prida, una de las más tímidas del grupo por una represión inculcada por su marido del que llegado un día se liberó, o Carmen Martín, una mujer sin pelos en la lengua que declara que era feminista antes, incluso, de saber qué era eso. Su capacidad de resolución les ha permitido redefinirse para aportar una visión constructiva al barrio de Villaverde, como Carmen Martín declara «prefiero que me echen broncas por hacer a no hacer nada» .

El lema de las Lideresas es todas somos una, y una somos todas , si una va a un sitio va en representación de las demás, como agentes de cambio su función es abrir puertas tanto para otras mujeres de su edad como para los más jóvenes, porque su grado de acción es intergeneracional , ya que según Carmen Martín: «Somos críticas, pero sumando no restando».

En un estudio de 2013 llevado a cabo por el Ayuntamiento en los centros de mayores se descubrió que eran mayoría, las que eran usuarias y voluntarias , y pese a ello eran los hombres los que ocupaban los puestos de mando en las juntas directivas. Por eso, se impulsó un proyecto para dar voz a las mujeres. De los grupos de formación salieron ellas que fueron entendiendo que el camino se hace andando, y en 2015 se presentaron en OMC Radio diciendo que querían hacer un programa propio y las radios comunitarias eran el recurso perfecto porque son independientes.

Todas confiesan que han aprendido a soltar lastre , gracias a tener un altavoz, y puntualizan: «Se nos han caído los pechos, y también los miedos». La idea a superar es que se nos educa para ser jóvenes e inmortales, y en el proceso los hombres maduran, pero las mujeres envejecen.

Estas mujeres son un fenómeno de estudio que se expone en cuerpo y alma, para acabar con eufemismos, orgullosas de sus arrugas que no son otra cosa que el código de barras de cada una, se involucraron en 'Cuerpos de la vejez' dirigido por Lucía Callen , donde muestran todos los recovecos de su anatomía sin miramientos. Y el próximo 25 de septiembre estarán en Zaragoza en la Plataforma de Mujeres en el Arte Contemporáneo (PMAC) para hablar del proyecto.

Además el Covid-19 puso a prueba la resistencia de la gente de Villaverde que acudía a pedir ayuda a las Lideresas, la burocracia descoordinada retrasaba la llegada de medidas eficaces, y se puso en marcha la cooperación del barrio y la capacidad de tender puentes de las Siete Magníficas. En ese sentido Carmen Martín y sus compañeras consideran:

La pandemia también dejó claro que la soledad y la violencia hacia las mujeres de más edad es una lacra enquistada en la sociedad. A esto se une el miedo que les impide salir para evitar contagiarse y la brecha tecnológica , lo que hace que terminen aisladas en un autoconfinamiento.

La grabación de su programa ha acabado y se ha hecho de noche, pero estas mujeres viven según su edad mental, sin achaques que las detengan. Este caos lúcido ha superado la época de los silencios y se dispersa, cada una camina sola un día más, pero con el paso firme.

A veces el destino de una mujer resume el destino de todas las mujeres y hay épocas que se asemejan a un cuadrilátero donde se empuja al perdedor con nombre femenino . Cuando las ideas canibalizan la vida lo que queda es un ejército de piedra en puntos suspensivos, silencioso y cautivo, pero si se convence a toda una generación que hay más opciones que la docilidad por vocación, entonces esas mujeres pueden calzarse sus ideas como tacones de aguja y abrirse paso, intentando encontrar lo que pueden ser y no solo lo que otros le han inculcado que debían tener.