Toni, único español aspirante a mejor profesor del mundo: «Si muestras pasión, el alumno te pide aprender más»
Este docente apuesta por facilitar el aprendizaje a las nuevas realidades de los alumnos. «Y todo depende del docente», asegura
El ejercicio físico es determinante en procesos cognitivos como la atención, la memoria o la concentración
Toni García se preocupa de saludar a cada uno de los alumnos del colegio a la entrada y salida del centro
Cada mañana, Toni García, director del Colegio Joaquín Carrión Valverde (Murcia), espera con gran ilusión a todos los alumnos del centro y les saluda uno a uno (sólo son 358...) . «Me dan un abrazo, otros me chocan la mano... El caso es ... que empezamos con una sonrisa para cargarnos de energía positiva. Es una forma de que todos, sean del curso que sean, tengan presente el vínculo con los profesores y, además, recuerden ciertos comportamientos de cortesía al darnos los buenos días y desearnos una buena jornada. A la salida también les espero y nos despedimos hasta el día siguiente».
Toni García no es solo director de este colegio. Es profesor, pero no un docente cualquiera. Fue galardonado en 2018 como mejor profesor de Primaria de España y en 2021 logró el Global Teacher Award, entre otros reconocimientos. Hoy, confiesa a ABC, es el único finalista español de los Global Teacher Prize entre 50 candidatos de todo el mundo (premio dotado con un millón de dólares y considerado como los Oscar de la educación).
Asegura emocionado que está muy contento por aspirar a este galardón. «Es muy importante a nivel mundial, pero es muy difícil ganarlo porque el jurado está compuesto por expertos de primer nivel que piden una información muy detallada y exigente. Lo que más valoran -asegura- son los proyectos educativos dirigidos a alumnos con necesidades especiales de aprendizaje y los destinados a estudiantes en riesgo de exclusión».
Explica que él puso en marcha un programa que suponía el hermanamiento de su colegio con un centro marroquí. «Estuvimos con estudiantes de un pueblo, Oujda, para conocer su procedencia y la formación que estaban recibiendo estos niños. La verdad es que iban a clase sólo una o dos veces por semana, y más bien lo hacían porque así recibían la única comida diaria a la que podían acceder: un trozo de pan y una sardina. Se trata de niños que, en realidad, no tienen experiencia escolar por vivir en zonas muy reprimidas. Una vez que conocimos su problema, decidimos hacer el hermanamiento y creé una ONG para fomentar su escolarización».
Paralelamente, este docente puso en marcha un proyecto por el que los alumnos del colegio Joaquín Carrión se conectan una vez a la semana con menores que están ingresados en hospitales de Murcia con el objetivo de jugar con ellos de manera online. A través de una cámara se ven y pasan jornadas muy divertidas. Son momentos muy esperados tanto para los alumnos como para los pequeños pacientes.
Reconoce que «como soy el director, tengo la suerte de elegir el curso en el que doy clase». Actualmente imparte docencia en 4º y 6º de Primaria. Con los más pequeños está desarrollando un proyecto para acercarles a la literatura. Están creando páginas web en la que introducen información de autores murcianos. Los buscan, los localizan y crean contenido a través de las nuevas tecnologías. «Lo importante es captar la atención del alumno y motivarle, y la mejor forma de conseguirlo es a través de un profesor que tenga pasión por lo que enseña. Los alumnos lo perciben y adoptan esta misma pasión. Disfrutan de las actividades y están esperando a que les enseñes más. Demuestran que tienen pasión por aprender. Es fantástico», puntualiza.
Añade que intenta enseñarles materias a través de proyectos que sirvan a los estudiantes en su día a día. Por ejemplo, en una ocasión les dijo a los alumnos de 5º de Primaria que debían crear una agencia de viajes online. Su misión era elegir un destino del planeta, descubrir sus posibilidades de visitas a su naturaleza, culturales, de ocio... Analizar cómo llegar hasta allí, los precios, listado de hoteles, cómo hacer recorridos en el lugar... «De esta manera tan entretenida estudiaron Ciencias Sociales, al aprender geografía; Ciencias Naturales, pues tuvieron que conocer los ríos, montañas...; matemáticas, al comparar precios; lengua, al redactar documentos de las guías... La vida de los alumnos es en la actualidad mucho más funcional y táctil por lo que la motivación a hacerles partícipes del aprendizaje y a que sientan la utilidad de lo que aprenden les motiva en gran medida a querer saber más. Sin embargo, aún hay profesores que explican la hoja caduca y perenne teniendo a los niños sentados en la silla mirando un libro, en vez de sacarles al patio y descubriéndolo por ellos mismos en los árboles del colegio, sobre el terreno».
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No duda en que la memoria es muy importante ejercitarla, «pero lo que está claro es que el cerebro de un niño hoy, influido además por las nuevas tecnologías, la inmediatez y la rápida recompensa, es distinto al de uno de hace años, más tranquilo, pausado, sin tantos estímulos y con familias estructuradas. Hay que ajustar los métodos que faciliten el aprendizaje a las nuevas realidades de los alumnos. Y todo depende del docente», asegura Toni García, que hasta el próximo 8 de noviembre en la sede de la Unesco en París no sabrá si es ganador de los Global Teacher Prize.