El Covid-19 no logra acabar con el deseo de los jóvenes de estudiar en otro país

Los padres son los que, según los expertos, presentan mayores dudas ante el riesgo de que les ocurra algo en plena pandemia

La crisis sanitaria, a la que se ha sumado la económica, provocada por el Covid-19 ha alterado la vida y el ritmo cotidiano de jóvenes y lógicamente ha hecho tambalear muchos planes de futuro de quienes pensaban realizar un curso en el extranjero en ... los próximo meses. Sin embargo, el coronavirus no parece suponer un impedimento para los estudiantes de Bachillerato cuyo empeño es perfeccionar su nivel de inglés y estudiar un año o una carrera universitaria fuera de nuestras fronteras. Al menos así lo señala Mercedes Hernández, directora del British Council School , quien apunta que antes de la pandemia un 45% de los alumnos se decantaba por esta opción y, a día de hoy, son el 40%. «Solo hay un 5% de diferencia», destaca.

Explica que la motivación e interés de estos estudiantes por cumplir su meta de aprender fuera de España no se gesta de un día para otro, « son muchos meses, e incluso años, los que previamente han mascado este idea que requiere mucho tiempo de preparación —asegura Hernández—. No quieren que nada ni nadie les frene su sueño, aún siendo conscientes de los riesgos generados por la pandemia. Mantienen la ilusión porque para ellos es una experiencia muy importante en su vida , que han visualizado en muchas ocasiones en su imaginación, que implica muchos cambios para su corta vida —la mayoría son menores de edad— y para la que se han preparado durante mucho tiempo tanto emocionalmente como académicamente. Son, además, alumnos que piensan mucho en su futuro, muy comprometidos con sus objetivos. Por ello, no están dispuestos a que ni el coronavirus dé al traste con sus pretensiones».

Principales dudas de los padres

Pese a que los jóvenes tienen menos dudas a la hora de continuar en su empeño, «sí hay que señalar —matiza Marta Galea, secretaria general de Aseproce, Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero — que son los padres los que están quizá algo más reticentes». Son muchos sus temores: ¿Qué pasa si se marcha, la situación empeora por la pandemia y no puede volver? ¿Quién va a cuidar de mi hijo si enferma? ¿Son adecuadas las medidas de prevención de contagios en la universidad en la que se ha matriculado? ¿Es la residencia de estudiantes donde va a residir un lugar adecuado dadas las circunstancias?...

Así lo apunta también Esmeralda Herrero , directora de United Studies , quien puntualiza que una de las primeras cuestiones que preocupa a los padres es el seguro médico para saber si cubre la posibilidad de contagio por Covid. «También se interesan mucho por saber si pierden el dinero pagado a la organización con la que contratan el viaje en el caso de que finalmente su hijo no viaje porque no hay visados o se cierren fronteras. Les inquieta que el programa se cancele , que los estudiantes no puedan continuar con su año escolar al regresar a España y no se convaliden los estudios o que sus hijos no puedan llevar una vida escolar normal, que estén solo en clases online y sin contacto con nadie más. De hecho –matiza Herrero–, durante la pandemia hubo algunos estudiantes que desearon voluntariamente regresar a España para estar con su familia durante el confinamiento y se hicieron todas las gestiones para que complementasen sus cursos de forma online».

Alonso Enrique González de Gregorio, director adjunto de The Georgian Manor House , apunta que «sorprendentemente, las familias se han mostrado más preocupadas por la logística de los viajes que por la propia pandemia». Y alude dos razones principales. «La primera es porque, en nuestro caso, los centros están aislados del exterior. Los internados ingleses, americanos, irlandeses, franceses, alemanes, suizos, etc., se encuentran en el campo y tanto los alumnos como el personal duermen dentro del propio centro. Esto hace que se cree una especie de burbuja y el riesgo de contagio sea mucho menor que si el alumno se queda en su casa y sale a la calle».

Por otro lado, añade que muchos padres han comprendido que, actualmente, «esta es la única manera de que el alumno pueda tener una experiencia educativa normal y adecuada a su edad. Los alumnos que tenemos fuera hacen deporte, realizan actividades artísticas, tocan instrumentos, bailan, hacen robótica, son miembros de orquestas y grupos de teatro, participan en actividades de liderazgo o debate y, lo más importante, se relacionan con chicos de su edad. Esto es actualmente muy difícil de hacer en grandes ciudades. Los alumnos siguen la vida académica con total normalidad . Esto es importante —matiza—, ya que a algunos estudiantes les cuesta seguir los cursos online y tienden a desconectarse o perder la concentración durante las lecciones, lo que afecta negativamente a su rendimiento académico y aprendizaje».

Para facilitar a los padres todos a que tomen esta decisión con mayor calma, desde British Council School han realizado una ardua labor de conexión entre estudiantes y familias con los responsables de las universidades en el país de destino. «Además, llevamos 80 años trabajando y tenemos generaciones de alumnos en muchos destinos, tanto estudiando como trabajando, y son ellos, mejor que nadie, los que pueden explicar de primera mano a los chicos que desean viajar allí y a sus familias cómo es la situación en las universidades y cómo se funciona bajo las nuevas reglas que ha marcado la presencia del Covid-19. Este contacto directo —resalta Mercedes Hernández— ha sido definitivo a la hora de que no cambien de opinión y se sientan seguros con su decisión».

Igualmente, Galea señala que «todas nuestras agencias cumplen con una norma de calidad que exige que únicamente se trabaje en lugares seguros, con gobiernos transparentes, sistema sanitarios sólidos y buenas relaciones con nuestro gobierno. Con ello se pretende que, con un mundo tan interconectado, se pueda estar tan cerca y tan seguro en Canadá, Gran Bretaña, Irlanda, Estados Unidos, Malta, Francia o Alemania como en otra provincia española. Por ello, todos los estudiantes cuentan con un seguro que incluye, tanto asistencia médica con amplia cobertura (incluido el coronavirus), como un apoyo a las familias para facilitar los traslados en caso de que sean necesarios. Otra de las garantías que deben cumplir las agencias es tener habilitada una línea de comunicación permanente entre los familiares, en caso de que lo requieran, y el coordinador en destino».

El director adjunto de The Georgian Manor House , explica que a los alumnos se les obliga a hacer una cuarentena al llegar al país de destino. En la mayoría de casos, se realiza en el propio internado y en otros, en casa de una familia de nuestra total confianza. La cuarentena suele durar catorce días y durante ese tiempo los alumnos pueden asistir a clase de manera remota. Se les hace también un seguimiento académico para que cuando se incorporen reanuden las clases con total normalidad. Hay internados en Estados Unidos que, incluso, someten periódicamente a los alumnos y al personal docente a una PCR, a pesar de que residan en el propio colegio.

Por otro lado, a los alumnos no se les permite viajar a casa durante el trimestre, sólo en Navidad y Semana Santa. «Esto asegura que no haya contagios —afirma Alonso Enrique González de Gregorio—. Si un alumno debe salir por una urgencia, tiene que volver a hacer su confinamiento. Una vez pasada la cuarentena, los alumnos pueden llevar una vida normal, hacer actividades en grupo, asistir a sus clases, relacionarse y obtener un rendimiento académico idóneo».

Patricia: «Mentiría si dijera que el Covid-19 no me da miedo»

Patricia es una joven estudiante madrileña que ha acostumbrado a pasar temporadas de verano en Estados Unidos para perfeccionar su nivel de inglés. Siempre quiso estudiar allí la carrera de Ingeniería, pero el Covid-19 cambió su destino. «Me matriculé finalmente en Londres. Mentiría si dijera que el coronavirus no me da miedo y que me ha frenado el hecho de ir a Estados Unidos a estudiar. Londres está más cerca por si pasa cualquier cosa y así también mi madre y mi abuela están más tranquilas».

Actualmente duerme en una residencia de estudiantes. «Tengo una habitación para mí sola, la cocina en teroría es para 8 personas, pero ahora solo somos tres, y por la residencia y las clases siempre debemos tener puesta la mascarilla. Estoy muy contenta de haber tomado la decisión de venir a Londres a estudiar porque estoy segura de que me va a ofrecer muchas oportunidades para mi futuro». Mientras, su madre y abuela «no paran de mandarme maletas llenas de mascarillas», asegura entre risas.

Luis: «Igual que en Madrid tengo que cumplir unas normas sanitarias, lo haré en otro país»

Luis es estudiante de segundo de Bachillerato y su intención es ir a estudiar una ingeniería a Inglaterra o Estados Unidos. Reconoce que la idea de cruzar el Atlántico la tiene ahora algo más lejana «por culpa del Covid-19», pero aún así «estoy entregando ya toda la documentación para estas dos opciones y en enero saldré de dudas».

Explica que hacer estudios universitarios en el extranjero, «siempre fue un sueño y el coronavirus no va a frenar mi carrera. Igual que en Madrid tenemos que cumplir una serie de requisitos sanitarios, en el pais donde estudie deberé adaptarme a sus normativas y tener precauciones para evitar contagios. Mis padres me animan a estudiar fuera, me dicen que "adelante" porque son conscientes de la situación y de la ilusión que me hace y que, por ello, voy a ser muy cuidadoso con las nuevas circustancias que nos toca vivir», concluye.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios