Un año de maternidad en pandemia

«En el paritorio estábamos ella y yo y pocos más. Con la mascarilla fue un agobio horrible, pero salió todo bien y es con lo que te quedas», ha recordado. El mes previo al parto fue también complicado para Lucía porque, a pesar de que «el trato fue excepcional», iba a las pruebas «justa» y «siempre sola».

Aún así, conseguía conciliar mejor la maternidad con el teletrabajo antes del nacimiento de su tercer hijo , ya que después ha confesado que le «resultó imposible». «Estaba en casa y podía con los otros dos ponerme con el colegio y hacer conexiones con ellos, pero «en cuanto nació la niña era técnicamente imposible» porque «te demanda más».

Conocer al resto de la familia que no era conviviente se tornó difícil y no fue hasta tres meses después cuando la abuela pudo ver por primera vez la cara a su nieta Ainara. Esto resultó «muy difícil, porque se moría de ganas de verla», pero «daba mucho miedo y respeto salir a la calle» en la desescalada, ya que a Lucía le generaba «incertidumbre» poder pegarle el coronavirus a alguien .

De esta manera, Lucía ha señalado que «ha visto diferencia» en comparación con los otros dos partos . «Fue una experiencia muy difícil, pero muy bonita, se te queda muy marcado», ha expresado.

Romero ha afirmado que la crisis sanitaria también ha influido a los más pequeños «a la hora de relacionarse », haciendo que «extrañen mucho», ya que Ainara «no ha podido tener contacto ni estar en un ambiente en el que pueda estar con todo el mundo». A pesar de ello, ha aseverado que «terminan adaptándose y nos enseñan la capacidad que tienen de aprender».

Lucía ha relatado también que su familia pasó Covid-19 pero que «gracias a Dios todo fue bien», aunque supuso más esfuerzo porque el bebé la demandaba y ella estaba «cansadísima», ya que «el virus te toca todo el cuerpo».

Por último, su balance de este año de pandemia con un bebé recién nacido y otros dos hijos ha sido positivo en términos generales, pero asegura que «el parto y el confinamiento fue un poco locura», porque tiene otros dos y había «miedo e incertidumbre».