«A veces los padres del colegio ni vienen a recoger a sus hijos»

La exministra Celaá decía que los niños no son de los padres.

Si no hay implicación de la familia, el colegio no puede hacer nada.

Poca implicación de las familias.

A veces no vienen ni a recogerlos.

¿No les quieren?

Tienen otras prioridades.

¿Cuáles podrían ser?

Pues trabajar, porque son familias muy pobres que muchas veces ni alcanzan a cubrir sus necesidades.

¿Por qué los tienen?

Eso es lo que querría yo saber. Me lo suelo preguntar. Y no tienen ni uno, ni dos, ni tres. Y luego en su día a día, lo último es atender a sus hijos.

¿Cómo lidia con este drama?

Atendiéndolos muy bien, esforzándonos en su integración, y cubriendo sus necesidades más básicas, que sus familias no pueden cubrir, y los servicios sociales están saturados.

¿Se siente gratificada por sus logros o es demasiado el desastre?

Me alegro y mucho de cada pequeña victoria. Llevo diez años siendo directora y antes fui profesora de educación física. Esto me ayuda a interactuar con los niños de una manera distinta. A través del deporte conseguimos que se integren mucho mejor personal y socialmente.

Los sábados con partido.

Hace 12 años que competimos con otros colegios. Es muy bueno que alternen con otros niños. Antes me los llevaba yo en mi coche y ahora poco a poco van las familias.

¿Si tuviera financiación, en qué la invertiría primero?

En las becas desayuno que hemos perdido. Son muchas necesidades que no llegan a cubrirse. Luego mejoraría la estructura del colegio. Los colegios dependen del ayuntamiento, que hace las obras cuando puede. A veces mejor y otras, mucho peor.

¿En Madrid se pasa hambre?

Hambre, no. Malnutrición, sí. Es sobre todo una falta de cuidado. Los padres no pueden ir a buscar a sus hijos y se lo piden a una vecina.

¿Y la vecina?

Pues se olvida.

¿Y entonces qué?

Entonces llamamos a los padres.

¿Y si no contestan?

Entonces llamamos a unos agentes tutores especiales para niños que tiene la Policía Municipal.

También están colapsados.

Cuando no nos pueden ayudar y ya son las siete y los padres no aparecen llamamos a la Policía Nacional. Antes de llevarlos a las dependencias de plaza de Castilla, intentan llevarlos a su casa, a ver si hay alguien.

¿Cómo ve que los padres puedan elegir el colegio de sus hijos?

Bien, pero los públicos estamos en desventaja. Nos convertimos en gueto porque la concertada se lleva los recursos y además todo el mundo cree que es mejor. A mí me llegan los padres que no eligen. Los que quedan sin matricular me los mandan aquí, aunque últimamente nos va mejor.

¿Por qué?

Por nuestro sistema educativo, basado en el desarrollo de las capacidades del alumno más que en la memorización. Estamos ganando prestigio y nos vienen familias mejores.

Pero el drama permanece.

Sí, todavía demasiado. A lo mejor un niño se va porque sus padres no pagan el alquiler, les echan y buscan otro barrio. Y al revés. Nos llegan los que echaron de otros barrios.

Pese a todo, escuela bilingüe.

Los que empiezan y acaban con nosotros tienen un buen nivel, pero los nuevos no pueden seguir y aunque hacemos adaptaciones es imposible que salgan bilingües.

La brecha digital.

La Comunidad de Madrid nos da algunos ordenadores pero luego en casa los alumnos no tienen internet. A lo sumo una línea telefónica, pero normalmente sin datos.

La enseñanza en España.

Va mal porque todas las iniciativas salen de los políticos y no de los que trabajan en los colegios.

Las soluciones.

Han de partir de las necesidades y las necesidades se conocen cerca de la realidad. A veces lanzan dinero en programas que no son útiles y si nos hubieran preguntado lo habríamos podido utilizar mucho mejor.