Los tonos de ropa más favorecedores según el color del pelo

La mayoría ha entrado en la vorágine del ‘todo vale’, en la que entran en juego todo tipo de combinaciones arriesgadas que solo las más atrevidas se atreven a lucir. Pero a la hora de elegir por qué alternativas decantarse, además de los cortes y tejidos, habría que pensar en una cuestión relativa a la paleta de color, y no es otra que la elección de las tonalidades que mejor sientan en función de la piel y el pelo.

En primer lugar, hay que aprender a diferenciar por un lado los tonos fríos, que incluyen los verdes, azules, violetas y sus derivados; y los cálidos entre los que se encuentran los naranjas, amarillos, marrones y rojos. Los primeros suelen favorecer más a las rubias mientras que los últimos a los que son algo más morenas. Pero como todo, siempre existen excepciones que se explicarán a continuación y que resultarán muy útiles a la hora de decidir.

Uno de los mayores errores que se suelen ver con las rubias viene de la mano de los estilismos en los que se recurre a colores que terminan por palidecer todavía más a estos perfiles que normalmente tienen una piel más clara. Eso no significa no poder recurrir a ellos, habría que procurar elegir las tonalidades que, aunque ligeras, posean la saturación suficiente de color para que contraste con la piel. Los melocotones, rosas, salmones, banana, menta y toda la gama de los pasteles serán buenos aliados, igual que los grises. Resulta también muy acertado el mix blanco y negro en todas sus intensidades.

Estamos ante uno de los casos más complicados y arriesgados, que sin embargo pueden ser muy favorecedores si se sabe a qué recurrir. Son especialmente adecuados los marrones, caramelos y dorados, igual que el beige, marfil, dorado y oliva. No hay que olvidar tampoco los naranjas, rojos oscuros y esmeraldas. Aunque la norma suele abogar por prescindir de los colores fríos, cada vez los rosas y lilas ganan más protagonismo.

En este caso, los colores que creen un contraste con el tono de pelo serán buenas opciones. En general suelen favorecer los que tienen bastante personalidad como la gama de los rojos, esmeraldas y azules . Si se tiene la tez y ojos claros, los pasteles centrados en los celestes y beiges son perfectos pare realzar las facciones; mientras que si se es más morena, la gama de los tostados, bronces y tierra es más adecuada. También favorecen los borgoñas, caquis y azules noche .

Suelen admitir más tonalidades respecto a los anteriores, pero si hay algo que queda claro es que los tonos lóbregos como el azul marino o el marrón oscuro tienden a verse más apagados en ellas. Tanto los blancos como los negros son muy acertados, así como los naranjas, rojos, verdes y nudes.

Esta es una cuestión bastante subjetiva, puesto que una persona que prácticamente toda su vida ha estado acostumbrada a lucir cierto tipo de paleta cromática es muy difícil que cambie de un momento a otro. Pero independientemente de los gustos, hay dos opciones: jugar con el cabello creando una armonía con los grises en todas sus formas, o romper con el look con alguna pincelada más llamativa en azul o mostaza, por ejemplo. En este caso lo más importante consiste en tener una actitud segura.

Uno de los colores que más respeto infunda es el amarillo, asociado a múltiples supersticiones pero que desde hace algunos años va ganando más protagonismo. Para las castañas y morenas, lo más acertado sería llevarlo en versión pastel o dorada mientras que para las rubias es más recomendable lucirlo en pequeñas dosis para que no les palidezca. En cuanto a la gama de los flúor y otros colores potentes como los fucsias, violetas o naranjas , en el momento de lucirlos con estilo la seguridad en una misma resulta crucial, aunque hay que señalar que en las morenas de tez oscura resaltan más.

Otro punto que habría que añadir está relacionado con los looks monocolor, pues existe la creencia de que las castañas no pueden vestir de marrón, las morenas de negro y así sucesivamente con todos los tonos de pelo. Nada más lejos de la realidad, al contrario de lo que se piensa, ayudarán a destacar más las facciones (aunque si se opta por un estilismo monocromo es muy indicado añadir un complemento en otro tono que contraste para romper con el conjunto).