Diez consejos de cómo no ir a una boda
En lo que llevamos de temporada, ya hemos visto grandes fallos en los estilismos de las famosas a la hora de acudir a las bodas de sus amigas o amigos. Te ayudamos a no caer en los mismos errores
No serás la novia
Que no se puede ir de blanco, se supone que ya lo sabe todo el mundo (por eso de no quitarle protagonismo a la novia). Aún así, hay gente que se empeña en usar tonos pastel tan claros, como el rosa lavado, que al final, en las fotos parecen color blanco.
No irás de negro
Es una boda, no un funeral. Ni se te ocurra ponerte un traje negro, porque es el que te queda bien y te hace delgada. No es tu día, es el de la novia.
No irás disfrazada
Las chicas se obnubilan ante una boda y se ponen vestidos que jamás se pondrían ni para un baile de disfraces con la temática «Princesas Disney». Volantes, más volantes, volúmenes, encaje, lentejuelas, pedrería, peplum, cortes asimétricos… todo en el mismo vestido. Ponle freno.
Las sobredosis son malas, y las de complementos, más
El trilladísimo dicho «menos es más» es lo mejor para repetirse ante el espejo, antes de ponerse el collar largo, la gargantilla, las pulseras, el cinturón y los anillos.
No llevarás un tocado XXXL
Vas a una boda de mañana, no a Ascot. Además la gente que se sienta detrás de ti en la iglesia también tiene derecho a ver la ceremonia.
Tendrás cuidado con las GHD
Si vas a peinarte en casa, no te emociones con la plancha del pelo. Si no sabes hacerte un rizo suelto, mejor limítate a alisarte la melena. Repite conmigo: «no a los tirabuzones».
No vas a desfilar por la alfombra roja
Esto no son los Oscars, es la capilla de una iglesia. Olvídate de escotes vertiginosos o de faldas demasiado cortas, transparencias u otros detalles demasiado sexy.
Lee la invitación
Ahí te darán las pistas de cómo vestir. Sí, es tan fácil como eso.
Ojo al calzado
Si la boda es en el campo, no llevarás un tacón de aguja fino, para no quejarte a todo el mundo de que se te clava en la hierba. Si es en Ibiza sobre grava no llevarás tus Louboutin y llorarás porque se ha estropeado la suela roja. Puedes ir con una sandalia plana, de pedrería.
Cambios de vestuario
Si los novios regalan unas chanclas para poder cambiarse el calzado durante la fiesta, puedes usarlas. De no ser así, ni se te ocurra llevar «flips flops» de goma en la fiesta post cena. Sí puedes llevar unos zapatos de cuña, unas bailarinas o unas sandalias planas elegantes.
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