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Aciertos y desaciertos en la boda de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart

La novia no escogió ninguna de las grandes piezas del joyero de la Casa de Alba

Los novios, durante la ceremonia EFE
María Luísa Funes

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Lo mejor de la boda de Fernando Fitz-James Stuart-Beaumont y Sofía Palazuelo Barroso , hablando de estilo, fueron los novios. El duque de Huéscar acudió muy favorecido con su uniforme de gala de Maestrante. Y quedó claro que los tocados están ... de moda. Una excelente noticia para las casas de sombrerería que proliferan en España. Tanto es así que Sofía Palazuelo, la recién estrenada duquesa de Huéscar, escogió uno para coronar su chignon durante el día de su boda, en lugar de haber llevado alguna de las diademas de la Casa de Alba. Pero los tocados los carga el diablo, y muchas de las invitadas arriesgaron en exceso cayendo en la inspiración animalista y en la evocación de «Cruella de Vil».

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