Así es la evolución más picante del «crop-top»

La historia de esta prenda viene de lejos. Allá por los años 60 , cuando estaba en pleno apogeo el recorte de los escotes y de las camisetas por aquello de que la presión social, las faldas aumentaban de largo. Pero la aparición de la minifalda en el mundo de la moda provocó un parón en los demás recortes. Ya estaba suficientemente menguada la falda, eso pensaban algunas, como para seguir cortando. Así, en esa batalla por cortar arriba o abajo, ganó claramente la minifalda. El crop top se quedó en el cajón de los patrones durante dos décadas más.

Es a mediados de los ochenta cuando el mundo del espectáculo lo vuelve a colocar en el punto de mira, aunque con cuentagotas: Madonna en el videoclip «Lucky Star» o Jennifer Beals en la película «Flasdance». Su uso, eso sí, se limitaba al mundo deportivo, al gimnasio y a academias de bailes especialmente.

Grandes diseñadores como Versace le dan un empujoncito. Ya estamos en los noventa, del que se harán eco otras firmas de alta costura. Pero la llama vuelve a apagarse a mediados de esa década .

Hasta este verano, en el que ha renacido en todo su esplendor y en todas sus dimensiones. ¿Dimensiones? las del bandeau , que es el crop top en su máxima expresión del recorte, el top reducido a una banda al pecho, sin tirantes, ni mangas.

Si en la década de los 60 había que elegir si se recortaba de la falda o de la camiseta, en esta década todo es recortable, y cuanto más mejor, pues un outfit perfecto es combinar un short con un crop top , estilo muy boho-chic no apto para todas las edades y tampoco para todas las ocasiones.