Roberto Cavalli deja su imperio en manos de un fondo de inversión

El fondo Clessidra, creado por Claudio Sposito, exconsejero delegado de Fininvest, posee la mayoría de la sociedad Varenne, en la que están presentes otros inversores con cuotas minoritarias.

El fundador Cavalli ha mostrado su alegría tras el acuerdo: «Me siento muy contento por haber llegado a este acuerdo con un socio italiano, que estoy seguro sabrá valorizar de la mejor forma posible lo que he construido durante una vida. La aportación financiera, de gestión y humana de Clessidra garantizará a mi sociedad el desarrollo para afrontar y vender los desafíos que el mercado de lujo en continua evolución impone».

Por su parte, un comunicado de Clessidra subraya que Roberto Cavalli «ha logrado convertirse en una marca de referencia en el segmento del lujo internacional, con una presencia en todo el mundo gracias a una red que hoy cuenta con 2090 boutique». Además de la primera linea Roberto Cavalli, el grupo propone otras líneas como la joven o la Cavalli Class. Estas colecciones se completan con una gama de accesorios como bolsas, gafas, relojes, zapatos, perfumes y joyas.

El comunicado no da información sobre el valor de la venta, pero según anticipó el pasado lunes el «Corriere», la sociedad pasa de mano por un valor de 390 millones de euros. El diseñador-fundador tendrá el 10 por 100 de la sociedad y el papel de «embajador» de la marca, además de un puesto en el consejo de administración.

El presidente de la firma Cavalli será Francesco Trapani, vicepresidente del fondo Clessidra y el mánager que durante más de 25 años fue accionista y consejero delegado de Bulgari. Trapani se ha mostrado entusiasta del acuerdo alcanzado: «Lo hemos buscado fuertemente, porque creemos en el potencial de Roberto Cavalli, una sociedad de estilo único, con una posición y un reconocimiento internacional como pocos ostentan. La identidad de la firma Cavalli representa una riqueza que deseamos preservar, un factor clave sobre el que fundfaremos todos los proyectos de crecimiento internacional de la sociedad».

Ya en el pasado, Clessidra había mantenido negociaciones con el diseñador florentino, pero al final éste siempre se retiró de la negociación. Pero las nuevas exigencias de un mercado global han hecho cambiar de opinión al fundador. Hoy Cavalli necesitaba de un socio capaz de hacer las inversiones necesarias para consolidar y hacer crecer las categorías de los productos, para entrar en nuevos mercados y relanzar la propia imagen en un mundo que se ha hecho más complejo y competitivo.