Los POLO Ralph Lauren «falsos» de Sudáfrica son auténticos

Una empresa sudafricana tiene el mismo nombre y el mismo logo que la marca internacional de Ralph Lauren, y posee los derechos en exclusiva para la venta de POLO en el país. Todo idéntico, salvo que el caballo mira hacia la derecha

Los POLO Ralph Lauren «falsos» de Sudáfrica son auténticos jaime velázquez

jaime velázquez

21/03/2014
Actualizado a las 20:45h.

Si uno quiere comprar un auténtico POLO Ralph Lauren en Sudáfrica, deberá ir a las tiendas clandestinas y los puestos ambulantes del centro de la ciudad. En los centros comerciales de los barrios adinerados, sin embargo, los clientes compran Polos ‘falsos’. En realidad, son absolutamente ... legales; simplemente no son Ralph Lauren.

Una empresa sudafricana posee en exclusiva los derechos de la marca POLO y el mítico caballo que muchos sudafricanos lucen como seña de distinción y status, aunque esas tiendas donde compran no tienen ninguna relación con la multinacional estadounidense.

«Aquí en Sudáfrica no existe Ralph Lauren», confirma a ABC el dependiente de la tienda POLO Sudáfrica en el centro comercial de Rosebank (Johannesburgo). La tipografía, el decorado de los locales, el diseño y la gama de productos, son muy similares a los de la marca internacional. Y los precios, también. Un polo de marca local cuesta 700 rands (45 euros), mientras que uno de la firma americana cuesta unos 60 euros.

«Si te fijas detenidamente, el caballo de POLO Sudáfrica mira hacia la derecha, mientras que el de Ralph Lauren mira hacia la izquierda. Es un acuerdo al que llegaron ambas marcas», añade el vendedor, que en ningún momento trata de crear confusión. «POLO Sudáfrica no tiene nada que ver con Ralph Lauren . Son marcas distintas y sus productos son distintos», asegura.

POLO Sudáfrica fue creada en 1976 por el empresario local Gordon Joffe. Eran los tiempos del bloqueo económico al régimen racista del apartheid, y las marcas internacionales no podían entrar en el país.

«Cuando Ralph Lauren investigó la posibilidad de entrar en el país, Gordon Joffe ya había implantado la firma POLO con la calidad como el máximo exponente de su marca», explica el gerente general de la compañía sudafricana, Ducan Kukard, en un comunicado en su página web.

«Su acuerdo comercial consistió en que ambos utilizarían la marca POLO y el caballo, aunque deberían respetar sus respectivos territorios de venta». El cambio en la dirección del caballo fue una manera de asegurar que ninguno vendiera fuera de su territorio, añade el comunicado.

«La calidad de las prendas es excelente –asegura el dependiente de POLO-. Yo jamás vestiría la otra marca». Quizá ninguna sea mejor ni peor que la otra. Simplemente, son dos distintos polos.