EN SU PUNTO
Ortega Cano, en el ojo del huracán
Ortega Cano, en el ojo del huracán
Apesar de que su único deseo es que nadie entre en polémica, y mucho menos la familia, en las últimas semanas el torero José Ortega Cano vuelve a ver cómo sus seres queridos se enfrentan una vez más con los familiares de ... Rocío Jurado en una guerra que parece no tener final. La última batalla llegó a raíz de la boda de Chayo Mohedano en la «Yerbabuena». El diestro colaboró en todo lo que pudo y sus hermanos se lo recriminaron. No por el enlace en sí, sino por todo el mar de fondo y la desconfianza que tienen sobre la labor de los Mohedano en la finca del diestro.
Desde que la «Yerbabuena» se ha convertido en una fuente de ingresos (las excursiones son todo un éxito), las dudas sobre la gestión han ido a más, y de ahí el mal rollo que se huele a distancia. Los Ortega creen que su hermano no está en su mejor momento para poder controlar a sus cuñados y estos a su vez se defienden asegurando que trabajan junto al torero desde el primer dia, cuando nadie apostaba por el futuro de la finca, y que ha sido gracias a su esfuerzo lo que ha conseguido que hoy sea un negocio redondo. En medio, como siempre, Ortega Cano y su hartazgo de tanto lío. Niega que padezca problemas con el alcohol pero ni su familia le cree. Su gente quiere que nombre un gestor neutral, alguien de fuera para controlar la finca y poner las cuentas claras. Hay desconfianza, lucha de poderes, celos, mucho acumulado y una manta que el día que se retire puede descubrir historias muy tristes para todos.
Hoy todo se queda en amenazas veladas y verdades a medias. Que si Ortega y Rocío se peleaban cada dos por tres, que si no atendieron al secretario de la artista, Juan de la Rosa , cuando agonizaba en el hospital, que si el hijo de Ortega se va a independizar este verano y va a pedir su herencia para irse a buscar a su familia biológica... Lo peor de todo es que estos días operan al hermano del diestro y las cosas en casa no están como debieran.
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