Carmen Thyssen: «Necesito el dinero, no tengo liquidez»

Como es habitual en ella, fue muy clara: «Necesito el dinero, me hace falta. No tengo liquidez. La crisis también afecta a los coleccionistas. Soy muy austera con mi vida , pero mantener la colección necesita muchos gastos. Yo he pagado todos los estudios de las obras, catálogos de las exposiciones, viajes de trabajo... Tengo 800 millones de euros cedidos gratuitamente al Estado español durante 13 años. También cuesta mucho el mantenimiento de las casas . No he querido malvenderlas . Me ha dado mucha pena desprenderme de este cuadro, que mi marido y yo compramos en una subasta en 1990, pero si Dios quiere no venderé más».

El cuadro ya está en Londres , donde se expondrá mañana y pasado mañana. El viernes volará a Nueva York , donde se mostrará cinco días. El 10 de junio estará de vuelta en Londres.

Hace un año ya expresó su deseo de venderlo a un coleccionista británico por 40 millones de euros. ¿Qué ha pasado con él? «Pues que no vino», se lamenta. En 2011 dijo que si no se arreglaban sus asuntos económicos tendría que vender el Constable. Finalmente, reconoce que no se han arreglado y que por eso vende. Ayer se informó de la subasta al Patronato del Museo . Aunque no acudieron ni Francesca de Habsburgo, hija del barón, ni Norman Rosenthal, comentan los responsables del museo que el tema estaba en el orden del día y que Rosenthal envió varios mensajes al ministro de Cultura expresando su malestar y el de Francesca de Habsburgo por dicha venta.

Carmen Thyssen dice que ya intentó vender el cuadro al Estado español cuando estaba al frente del Ministerio Ángeles González-Sinde: «Se lo ofrecí a un precio especial y a plazos , pero no movió ficha». Tampoco lo ha hecho ahora José Ignacio Wert, que también ha tenido opción de compra. Según el contrato de cesión gratuita al Estado español por once años (ya se ha prorrogado dos años más), la baronesa puede vender el equivalente al 10% del valor total de su colección , que ronda los 800 millones de euros. La venta del Constable supone un 4,5% aproximadamente. El cuadro parte con una estimación previa de entre 20-25 millones de libras estrelinas . Pero no es el cuadro más caro de su colección. «Lo es el "Mata Mua" , el Gauguin más perfecto, que me lo han tasado en 150 millones de euros . Para mí es como la Mona Lisa para el Louvre», advierte la baronesa.

Aunque desde el museo se dice que es la primera obra que Carmen Thyssen vende de su colección, no es cierto. Ya vendió hace años a un coleccionista americano «Escena callejera en París, Otoño», de Childe Hassam , porque se encaprichó de él. Según la baronesa, se vendió por 7 millones de euros,.

Además de la venta del cuadro, durante el almuerzo se han abordado otros muchos asuntos. Como la publicación de las memorias del barón , que, tras varios retrasos, verán la luz en octubre, coincidiendo con el XX aniversario del museo. Las publica Planeta. Su título será: «Yo, el barón Thyssen» . Comenta Carmen Thyssen que «habrá cosas que sorprenderán, muchas inéditas». También habló de su hijo, Borja , con el que sigue el distanciamiento, con rotundidad. «Mi hijo no tiene derecho a reclamar más dinero, nada , mientras yo viva. Depende de mí lo que reciba mañana. Debe tener paciencia. Pero le deseo lo mejor, toda la felicidad».

Recordó que a los 25 años Borja Thyssen recibió 5 millones de dólares , a los 30 otros 5 millones y cuando cumpla 35 (tiene 32), 5 más. Y que hasta que cumpla los 35 está recibiendo 300.000 euros más al año . Sobre el contencioso que mantiene con su hijo por dos cuadros de su colección (un Goya y un Guiaquinto) no dice nada. Tan solo que los cuadros siguen sin estar expuestos en el museo para evitar mezclar los problemas personales con el museo.

El Museo Thyssen también se ha visto afectado por la crisis. Caja Madrid ha cancelado el patrocinio que mantenía con el Thyssen desde hace años: aportaba 2,2 millones de euros anuales . Uno por cada una de las dos exposiciones que compartían y 200.000 euros más para programas didácticos. La última colaboración ha sido la muestra de Chagall, que ha sido un gran éxito. Aunque se mantendrán abiertas las conversaciones, el hecho es que los últimos acontecimientos en Bankia han acelerado las cosas. La próxima exposición de Hopper en el Thyssen en junio será autofinanciada por el museo.