Los Thyssen, de nuevo en los juzgados
La historia va cogiendo tintes cada vez más escabrosos pero eso tampoco es novedad en la familia de los Thyssen. Esta semana es «Diez Minutos» quien publica los contenciosos que Tita Cervera tiene con Borja. El último capítulo amenaza con llevarlos a los juzgados si ... prospera la idea de que Borja demande a su madre para que le reporte la herencia que el barón le dejó y que va cobrando a plazos, según se cuenta.
Mientras la baronesa aparece posando con cierta melancolía en parajes asturianos junto a la tía de la Princesa de Asturias, Henar Ortiz, que ya se maneja en las revistas como Pedro por su casa, de puertas para adentro se habla de cómo Borja y Blanca quieren «cash» y no están dispuestos a que nadie les regatee lo que consideran suyo. Es más, otras fuentes me apuntan que Borja y su mujer querían comprarse una casa en Pozuelo de Alarcón, concretamente en La Finca de Somosaguas, y que se quedaron con las ganas justamente por falta de liquidez y de ahí que hayan optado por un alquiler hasta que cambien las cosas.
Lo cierto es que la baronesa ya vivió una batalla legal con los hijos del barón tras abrirse el testamento. Después de muchos tiras y aflojas llegó el acuerdo y la distancia. La única que de vez en cuando aparece por Madrid es Francesca, quien mantiene su particular liza con Carmen y de ahí que un día se besen y otro se insulten según discutan o pacten las exposiciones que se presentan en el Museo.
Pero una batalla judicial con su propio hijo es algo que la baronesa jamás hubiera imaginado. Ni ella ni nadie. Por lo menos hasta la boda de Borja y Blanca. Desde entonces todo cambió y no precisamente para mejor.
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