Doña Letizia, deslumbrante embajadora de España en Chile

Una vez más, Doña Letizia se convirtió en la mejor embajadora de nuestro país, y acaparó todas las miradas por su belleza y descreción. La Princesa escogió tres estilismos diferentes para cumplir con los actos oficiales. Así, por la mañana, Don Felipe y Doña Letizia se reunieron con el presidente de la República, Sebastián Piñera , y su esposa, Cecilia Morel , en el Palacio de La Moneda, y participaron en un foro sobre inversiones y cooperación internacional. La Princesa apostó por un primer look en rojo , de falda recta de gasa a la rodilla, jersey de punto en tono crudo y chaqueta entallada roja con ligeros destellos, que combinó con unos zapatos «peep toes» de tacón y plataforma grises, y un bolso de mano rectangular en el mismo tono. Doña Letizia repetía un look del año 2008, cuando lo llevó por primera vez a una entrega de premios en Canarias.

Después, los Príncipes mantuvieron un encuentro con el presidente del Senado chileno, Guido Girardi , en la antigua sede del Congreso Nacional, donde también se reunieron con el presidente del la Cámara de diputados, Patricio Melero . Segundo look de la Princesa: un minivestido blanco (una de las piezas estrella de la temporada) de manga corta, con dos bolsillos en la parte delantera y con ribetes en negro, que acompañó con unos zapatos del mismo estilo que los anteriores, pero esta vez en negro, y un bolso «clutch» en blanco y negro.

Ya por la noche, Don Felipe y Doña Letizia acudieron nuevamente a La Moneda para asistir a la cena oficial en su honor que ofrecida por el presidente chileno y su esposa, y para la que la Princesa reservó su look más especial: una falda bordada en «paillettes» de varios tonos que combinó con un top muy ajustado anudado al cuello, de color negro, que acentuaba su delgada figura. Lo llevó con un sofisticado moño con raya a un lado.

Doña Letizia prescindió esta vez de las plataformas y lució unos bonitos salones negros de tacón. La Princesa llevaba en la mano un bolsito negro y también un gran «foulard» negro que más tarde utilizó para protegerse del frío.

Visiblemente contentos, Don Felipe y Doña Letizia brindaron con una copa de vino, y no dudaron en regalarse infinitas muestras de cariño, miradas cómplices y comentarios al oído.