Ana Obregón: «Aunque niegue el affaire con Bertín, van a decir que es cierto»

Supongo que no hacía teatro antes porque prefería el cine y la televisión, donde pagan mejor. ¿Me equivoco?

Más que nada ha sido porque no he parado de hacer cine y televisión en estos treinta años de carrera. La verdad es que es un privilegio poder decir que no he parado de trabajar en los últimos treinta años. Cuando me enteré de que había hecho cuarenta y tres películas aluciné porque no tenía ni idea de que había hecho tantas. Y eso que en televisión he estado varios años con «A las once en casa», «Hostal Royal Manzanares» y «Ana y los siete». Hay muchas cosas que no recuerdo y que he hecho. El otro día en Italia, Franco Nero me dijo que llevábamos sin vernos desde la película que hicimos juntos y yo no recordaba haber trabajado con él.

—Hablemos de su vida. Su amigo, Bertín Osborne, acaba de confesar que tuvieron un affaire cuando tenían 22 años y que «no fue relevante»...

—De ese tema prefiero no hablar. Ademas, aunque niegue lo de Bertín, todo el mundo va a decir que miento y que la noticia es verdad. Cualquier cosa que diga será utilizada en mi contra (risas).

—¿Y cómo le ha sentado la exclusiva de su ex, Alessandro Lequio, anunciando que será padre? Me han dicho que usted se enteró por las revistas...

—Las cosas se pueden hacer bien o mal y yo creo que dada nuestra relación de amistad Alessandro debería de haberlo contado. Cuando hay una noticia tan bonita creo que hay que dar importancia a la noticia y habérmelo comentado. Ellos han priorizado su exclusiva y a mi claro me ha dolido. Aunque sea una exclusiva debes de actuar correctamente con las personas que han actuado bien contigo. Yo siempre he defendido la buena relación por el bien de los hijos. Eso es lo que me ha dolido.

—Usted nunca se aprovechó de su relación con Alessandro para promocionarse o ganar dinero.

—Llevo treinta años en los platós para mantener a mi hijo y nunca he necesitado recurrir a ninguna de esas cosas. Lo he ganado todo con mi trabajo. Podía haberme aprovechado muchas veces a nivel promocional pero siempre he sido generosa y buena y no me he aprovechado. Quizás tendría que haber sido de otra forma más cerebral, más fría, pero prefiero haber sido una señora y callarme. Afortunadamente la gente sabe cómo soy y no tengo que demostrar nada.

—¿Se alegra por él?

—Me he alegrado muchísimo pero me ha entristecido. La noticia me alegra pero me hubiera gustado que me lo hubiera contado él con una llamada por teléfono. No me ha gustado enterarme por los medios.

—¿Tampoco se lo comentó a vuestro hijo?

—Sí, se lo contó a mi hijo pero le dijo que no me contara nada. Eso duele.

—Lo de «hablamos todos los días por teléfono» es una frase hecha, ¿no?

—Sí, sí. Un día sí y otro no. O todos los días. No es una frase hecha. Hay una relación continúa. El día que murió su madre suspendí la función de teatro, me fui hasta Milán y estuve allí acompañándole y en su boda también le acompañé. Creo que por mi parte he dado todo, he sido generosa, he mantenido a nuestro hijo y no me merecía su desconfianza.

—Lo que se puede dar como definitiva es su reconciliación con Antonia Dell´Atte, ¿verdad?

—La vida nos pone a todos en nuestro sitio y hay lazos de sangre que no se deben de estropear ni ensuciar con temas materiales. Con Antonia estamos donde debíamos de haber estado y como hemos dicho las dos somos dos madres luchadoras que hemos sacado a nuestros hijos adelante cada una por su lado con nuestro trabajo y esfuerzo. Y eso creo que en una sociedad se debería de admirar. Tenemos que despedirnos... me tengo que ir a la compra.

—¿Va a la compra?

—Sí, claro. Voy a hacer un pollo asado. Soy una madre todoterreno. Yo sé el pescado que quiero, el precio que tiene. Como toda ama de casa miro el dinero. Tú sabes lo que me cuesta ganar el dinero y sabes lo que paga el teatro.