Michael Caine, una vida atormentada por sus problemas con el tabaco y el alcohol

El actor británico, que ayer cumplió 85 años, fue noticia esta semana por asegurar que no volverá a trabajar Woody Allen tras reconocer que las acusaciones de la hija adoptiva del director estadounidense, Dylan Farrow le dejaron «aturdido». A pesar de que en la actualidad Michael Caine se encuentra totalmente recuperado, pasó una época en su vida en la que sufrió mucho por sus problemas con el alcohol y el tabaco. El ganador del Oscar habló sobre sus problemas durante los primeros años de su carrera en una entrevista con «Radio Times»: «Solía beber una botella de vodka al día y fumaba varios paquetes de tabaco, hasta casi cien cigarrillos al día».

Caine afirmó que su trabajo lo llevó a los extremos. «No estaba descontento, pero era estrés», dijo. «Me saturaba pensando: '¿Cómo voy a interpretar esta parte?, ¿Cómo voy a recordar todas esas líneas? Tengo que levantarme a las seis de la mañana y espero que la alarma funcione», recordó. Él creía que su segunda esposa , Shakira Baksh , lo salvó de la muerte después de su boda en 1973, diciendo que ella lo «calmó». «Sin ella, hubiera estado muerto hace mucho tiempo», dijo. «Probablemente hubiera bebido hasta morir». En otra entrevista con «The Telegraph», Caine aseguró que ahora tan solo bebe vino en la cena.

Con 115 películas a sus espaldas, el actor aseguró que ella no le prohibió beber, «pero estar con ella me hizo estar sobrio y sentirme vivo». Ahora solo bebe vino en cenas. Explicó que no tenía un carácter autodestructivo y dijo que jamás había probado las drogas. Caine también consiguió dejar de fumar progresivamente hasta dejarlo del todo en 2003.