Mario Vargas Llosa felicitó a su esposa por su 70 cumpleaños

Los tres hijos de los Vargas Llosa, Álvaro, Gonzalo y Morgana, arroparon a su madre en esta celebración en Lunahuná, a las afueras de la capital peruana, a la que también asistieron numerosos amigos y miembros de los clanes Vargas, Llosa y Urquidi. Álvaro, el hijo mayor del escritor, fue el último en llegar al país andino, procedente de Washington. «Álvaro llegó a último minuto y estuvo en la cena en Lunahuná el sábado en la noche» , explica uno de los invitados. El primogénito del Nobel es el único de los hijos que ha apoyado públicamente a su padre en su nueva relación sentimental con Isabel Preysler.

Morgana, la pequeña de la familia, fue quien organizó la reunión en Lunahuaná, una antigua ciudad de los incas. Algunos de los invitados viajaron desde lugares tan distantes como Madrid para participar en unos festejos que duraron dos días .«Es un testimonio muy claro y emotivo de la capacidad extraordinaria de Patricia de hacerse querer. De hacerse querer, por supuesto, por sus amigos, porque ella es la amiga perfecta », dijo Gonzalo Vargas Llosa en un emotivo discurso en el que calificó a Patricia de «madre perfecta de tres hijos imperfectos» .

«Hace unos días yo estaba almorzando con una entrañable amiga de mi madre en Madrid y le pregunté cómo describiría a Patricia la amiga si tuviera que decir unas palabras en esta celebración. Y me contestó: "Gonzalo, para Patricia la palabra amiga es sinónimo de lealtad . Patricia es tan amiga que preferiría traicionarse a sí misma antes que traicionar a una amiga''», manifestó Gonzalo en su intervención, agradeciendo a todos los camaradas de su madre por estar allí con ella. «Es una señal inequívoca de lealtad y solidaridad» , apostilló.

Durante la celebración no se habló directamente del divorcio que está tramitando Mario Vargas Llosa en Madrid , pero Gonzalo sí hizo alusión a la nueva etapa que está iniciando su madre en Perú . «Cada uno de nosotros va a hacer lo posible y lo imposible en esta nueva y compleja etapa de tu vida, que en cierta forma comienza esta noche, para que los próximos diez, veinte o treinta años seas tan feliz como lo has sido en tus primeros 69 . Porque no tengo la menor duda, conociéndote, que tú harás exactamente lo mismo por nosotros».