Mar Flores: las verdades y las mentiras de un divorcio no anunciado

Desde entonces, el «huracán mediático Mar Flores» se ha reactivado tras 18 años de calma. En estos tres lustros largos junto a Merino , ha sido madre de cuatro hijos y se ha mantenido al margen de cualquier polémica, salvo l os titulares que el empresario ha protagonizado en relación con sus contenciosos fiscales y otros procesos judiciales derivados de su actividad profesional.

El comunicado del Viernes Santo ha evidenciado la existencia de varias contradicciones. De entrada, Javier Merino insiste en que si esperaron a la Semana Santa para dar a conocer el «cese temporal de convivencia» fue con la intención de aprovechar las vacaciones escolares de sus hijos. Dicha justificación no coincide con la reacción de la propia Mar cuando, el lunes 21 de marzo, recibió una llamada de ABC para confirmar una información sobre la existencia de serios problemas en su matrimonio. Ella misma aseguró que estaban atravesando un momento muy difícil, pero añadió: «No hay que darle más importancia» . Tras emitir el comunicado, y de nuevo en contacto con la modelo y ahora empresaria, Mar corroboró a ABC que la decisión final había sido de Merino – «Javier lo ha decidido así» , dijo–, pues ella «no pensaba dar ese paso». El hecho de que ABC conociera la situación precipitó el comunicado, que ha destapado las dificultades del matrimonio.

Uno de los motivos que se han apuntado para el final de su unión es el que se refiere a los problemas de Merino con la Hacienda Pública. Precisamente esta es la tesis que defiende un ex de Mar, Alessandro Lequio, quien desde «El programa de Ana Rosa» la ha definido como una mujer «que no da puntada sin hilo y planifica todo». Lequio, además, insistió en que su matrimonio con Javier «ha sido un apaño para Mar y no el amor de su vida» . Además, ha desvelado capítulos íntimos de su propia relación con la modelo, en 1997. Según el conde italiano, Flores se resistía a romper con su novio oficial, el naviero gallego Fernando Fernández Tapias, pese a que le estaba siendo infiel con Lequio. « Me decía que esperara a que le regalara la casa que le había prometido . Andrea Savini tiene guardadas fotografías de Mar y Tapias visitando la casa que le iba a regalar en el parque Conde de Orgaz. No me enorgullezco de lo que hice esos años, pero si lo cuento es para que se sepa la manera de ser y cómo Mar planifica todo», ha señalado Alessandro Lequio.

Ha sido el propio Javier Marino quien ha desmentido ante varios medios que la ruptura matrimonial sea una consecuencia de sus deudas con Hacienda. Tampoco, insiste, existen terceras personas. « Para una pareja que discute tanto lo mejor es que se separe. Lo hemos hecho por nuestros cuatro hijos », ha declarado a pie de calle.

En este momento, Javier es quien trata de manejar la situación, mientras que Mar se ha refugiado en casa de una hermana a la espera de que amaine el temporal. «Aunque te parezca a raro, no veo la tele ni leo los periódicos. No sé qué declaraciones ha hecho Javier, pero lo que haya dicho será lo correcto . En ningún momento voy a hacer ninguna declaración. Lo dicho es mas que suficiente», explica Mar. Y lo hace con un estilo positivo, el mismo que destilan los mensajes que está colgando en su cuenta de Instagram. Fue en esta red social donde publicó el comunicado, que recibió muchísimas respuestas por parte de sus seguidores: algunos mensajes de ánimo de amigas como Andrea Pascual o Goya Toledo y muchos otros lanzándole dardos envenenados, recordándole amargos capítulos de su pasado o la deuda de diez millones de euros que Merino tiene con Hacienda, según se publicó en la lista de morosos de meses atrás.

Hay datos suficientes como para concluir que esta separación no estaba tan planificada como han querido transmitir ni que se deba a las discusiones que cualquier matrimonio puede tener en el día a día. Por eso, muchos cercanos a la pareja insisten en la presencia de terceras personas. Es un asunto delicado sobre el que nadie quiere hablar, pero que muchos reconocen a micrófono cerrado.

Ahora el matrimonio tiene que entregarse a la tarea de concretar las condiciones económicas de la separación y la custodia de los menores. Merino siempre ha sido un señor con Mar, así que se vislumbra un acuerdo sin necesidad de procesos judiciales ni guerras de millones. Ella seguirá viviendo en el domicilio familiar con sus cuatro hijos y él continuará al frente de sus negocios, que le han reportado, según algunos círculos, una fortuna que rondaría los 40 millones de euros.

Mar, por su parte, también tiene una faceta como empresaria. Volcada en la venta de ropa para el hogar, bolsos y complementos, cada cierto tiempo viaja a México y otros destinos de Iberoamérica como miembro de la oenegé Woman Together. Aunque hay voces que aseguran que precisamente en México podría tener otros intereses personales, sus íntimos insisten en que en estos momentos es quien esta pasándolo peor, pues no quería romper su vínculo matrimonial. Esas mismas voces apuntan a una vida paralela del empresario, asunto que Merino ha negado por activa y por pasiva.