Mano de piedra Naomi Campbell

Suena el runrún de un golpe férreo, seco, de arriba abajo... - ¡umm!, ¡uff! -, directo a la espalda de su conductor, que no la recibió con «ferrerorocher». Con un croché le ablanda el mentón. Sobre el asfalto de Manhattan, Naomi Campbell, cual «bulldog» ... sin tregua, aplica sin perdón su mano de piedra contra la cabeza del chófer que la llevaba a Queens. En un rapto de ira, el gancho de la «diosa de ébano» impacta como un látigo de acero en la testa de su sparring, que se da de bruces contra el volante. La «pantera negra» se va a la carrera sin esperar la cuenta del juez. Un hinchazón y un moratón bajo el ojo derecho del hombre, marcas de guerra. Y ella a la fuga , aunque está «dispuesta a colaborar con la Policía», sospechamos que como entrenadora personal. ¡Tiembla Tyson!