Jeremy Meeks y Chloe Green proclaman su amor a los cuatro vientos
La esposa del exconvicto más sexy del mundo, Melissa Meeks, sigue adelante con la separación
El modelo Jeremy Meeks y su nueva pareja Chloe Green , se han vuelto inseparables y no dudan en mostrar lo enamorados que están. Que su esposa Melissa Meeks le haya pedido el divorcio tras enterarse de la infidelidad ha dejado vía libre al expresidiario para continuar su relación con la heredera del imperio de Top Shop.
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Meeks descubrió el «affaire» de su marido a través de una fotografía publicada por la multimillonaria en su perfil de Instagram en la que ambos aparecían en una postura muy amorosa. Melissa Meeks pensaba que en esos momentos su marido se encontraba trabajando por Europa, por lo que la noticia supuso un duro golpe para ella.
Lo que es evidente es que Jeremy Meeks no está afectado por su ruptura con la madre de su hijo, Jeremy Jr (7 años). Desde entonces, se ha dejado ver en público en actitud muy cariñosa con Chloe Green . En la madrugada de este lunes, la pareja disfrutaba de una sesión de música en un conocido club de Dortmund (Alemania).
La prensa británica ha tenido acceso a los documentos legales que el matrimonio ha presentado ante la justicia, en los que establecen una custodia compartida de los hijos . Melissa Meeks tiene dos hijos más de otras relaciones anteriores: Robert (11) y una hija de 16 años. Además, puesto que se trata de una separación y no de un divorcio, su exmujer podrá exigir una serie de beneficios fiscales y la cuota de asistencia sanitaria. Lo que aún se desconoce es cómo van a hacer el reparto de bienes.
El pasado 14 de julio salieron a la luz unas fotografías del modelo con su nueva pareja en el restaurante Catch de Los Ángeles y Melissa Meeks aprovechó para publicar en su cuenta de Instagram una imagen cuyo texto decía lo siguiente: «Mejor ser sancionado con la verdad que ser besado con una mentira». Su exmujer ha explicado: «Sé que se necesitan dos para bailar un tango, pero ella sabía que era un hombre casado. Para mí, eso es imperdonable. Mi mundo entero se ha roto. ¿Qué le digo a nuestros hijos? Mi corazón está roto».
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