Julio Iglesias: «No volveré a cantar en España si no es a precios populares»
El artista edita un disco recopilatorio («1»), que incluye algunas de sus canciones de siempre, «porque no estaban perfectamente grabadas», argumenta
Muchos números para llegar al «1», el título de su último disco, que sale a la venta mañana: 68 años, 43 de carrera, 8 hijos, 350 millones de discos vendidos de 79 publicados, 5.000 conciertos en 600 ciudades… No es un recopilatorio. Para «1», ... Julio Iglesias ha vuelto a grabar sus canciones de siempre. Desde «Me olvidé de vivir» a «Hey», pasando por «Me va, me va» o «Voy a perder la cabeza por tu amor».
—Julio, ¿por qué?, cómo diría su admirado Mourinho.
—Porque no estaban perfectamente grabadas, porque tenía tiempo, porque lo podía hacer en casa, porque quería aprovechar las nuevas tecnologías.
—¿Y los vinilos?
—También voy a sacar un vinilo de este disco. Así, la cara es más grande. Y la caradura, también.
Julio Iglesias tiene estudios de grabación («son como cuartos de baño») en sus casas de Miami, Punta Cana y Ojén. Del amor en cada puerto, ha pasado a estudio en cada puerto. Ha vuelto a registrar todas-todas sus canciones. La integral. Si alguien echa de menos «Gwendoline» en este disco, que cuenta con 32 temas, no tiene que ir a Pitingo («me encantan todos los que me cantan»), solo esperar otro y comprobar que Julio ha progresado adecuadamente. «Si cantara como antes, no estaría haciendo esta entrevista», reconoce. Entrevista telefónica en la que lo primero que me preguntó fue la edad.
—¿Pero no decía que había sido golfo hasta los 40?
—Eso se lleva en la sangre. Ahora soy golfo benigno.
El artista hispanohablante que más discos ha vendido reconoce que muchas cosas han cambiado. «Lo que no ha cambiado es la pasión por hacer entrevistas, por cantar, por agradecer los privilegios que me ha dado la vida. Soy consciente de estar presentando un disco, una alegría para mí, en estas circunstancias tan duras para España, para tanta gente que no tiene trabajo». Es nombrarle la deuda soberana y convertirse en «indignado» de alto standing y piel morena, mostrando toda su vehemencia: «Es absurdo sacar 3.562 millones de euros al 7 por ciento. También es injusto por parte de los mercados. Es especulativo y parece un robo. Lo haga el gobierno que lo haga. Es un robo a generaciones futuras. No sé lo que va a pasar, pero el BCE tendría que haber respondido antes. Es injusto para el país, para todos».
La conversación tuvo lugar el pasado viernes y Julio Iglesias ya había votado. «Pero no le voy a decir a quién». Conoce a Rajoy, pero no a Rubalcaba. «De los socialistas conozco a Bono, al que quiero mucho, a Chaves y a Gaspar Zarrrías». Asegura que él no es víctima de ETA: «Lo fue mi padre pero no en grado grande porque todo salió bien». En cualquier caso, se muestra escéptico con el anuncio del fin de la banda: «Es un primer paso, pero no se puede poner fin sin entregar las armas».
Me pone a Guillermo, de cuatro años, al teléfono cuando le pregunto si en su casa se habla español. El niño habla mejor que Chábeli. Y del pequeño de sus ocho hijos, al mayor de los varones, Julio José, del que no se pierde ninguna imitación en «Tu cara me suena»: «Ha sacado un arte desconocido para los españoles. Es un artistazo, lo que pasa es que publicó su disco en un “timing” no justo. El “timing” es básico».
—RTVE va a hacer una miniserie sobre su vida…
—No me importa nada lo que sea biográfico si no soy yo quien lo escribe, y como no lo voy a hacer…
Del libro de su ex Vaitiare, que no le deja muy bien parado, dice que no tiene importancia, que ojalá escriban más. «Voy a vivir con las pocas especulaciones que haya sobre mí», asegura tranquilo.
—¿Y cuándo canta en España?
—Cuando me inviten. Pero no pienso volver a cantar en España si no es a precios populares.
Ver comentarios